Entema, pastilla a pastilla
La farmacéutica invierte 12 millones en una nueva nave en Lliçà de Vall
Laboratorios Entema, un fabricante de productos cosméticos y farmacéuticos bajo demanda, duplicará su capacidad de producción con una nueva planta en Lliçà de Vall en la que invertirá 12 millones de euros. “La empresa ha crecido hacia atrás”, explica su gerente, Joan Garré. “Empezó haciendo actividad de manipulado auxiliar para la industria farmacéutica (como sellar los envases con celofán) y pasó a asumir nuevas tareas de sus clientes como el envasado, la fabricación y ahora la serialización”. Hoy sus clientes incluyen multinacionales y empresas locales de farmacia, cosmética, productos sanitarios y complementos alimenticios.
Entema fue fundada en 1995 por Martí Ayats, un ingeniero que montó la planta de Durex en España y fue su primer director general. “Su pasión por la mejora de los procesos productivos y la automatización se ha materializado en la empresa”, señala Garré.
La compañía facturó el año pasado 8,7 millones de euros, un 30% más que en el 2017, y prevé crecer este año otro 15%, hasta los 10 millones. La compañía crece aprovechando la concentración del mercado farmacéutico en grandes grupos para ofrecer a estas empresas la fabricación a medida de “series cortas” de medicamentos para dolencias poco frecuentes o que venden en países pequeños. “Tenemos grandes clientes, que exportan a más de 70 países, y crecemos con ellos ofreciéndoles nuevos servicios”, asegura Garré.
El último ha sido la serialización, una obligación impuesta a la industria por una directiva de la UE del 2011, que marca con un número individual cada envase de cualquier medicamento, que la farmacia debe comprobar al venderlo. Así, se evita la entrada en Europa de falsificaciones procedentes de países asiáticos, de las que no se podría controlar su calidad. “Las grandes farmacéuticas serializan sus grandes líneas pero comprar una máquina para serializar los lotes pequeños es más caro que encargárnoslo a nosotros”, resume. Este enfoque de servicios a la propia industria les permite también ser más eficiente.
Con una plantilla de 100 personas, no tiene red comercial y optimiza sus naves porque no necesita almacenar producto terminado ni gestionar los stocks. Así, el beneficio operativo o ebitda alcanza el 14%, que la empresa reinvierte en su crecimiento. “Vamos incorporando nuevos servicios para acompañar a nuestros clientes”, explica Joan Garré. Entema tiene una planta en Palau-solità i Plegamans, de 6.000 m2, a la que incorporará otros 6.000 m2 de la de Lliçà de Vall, a la que trasladará parte de las operaciones a finales de año. “Tenemos un plan de inversión por fases, y pensamos que tardaremos unos dos años en tener completamente operativas las nuevas instalaciones”, asegura el gerente.
La empresa, con 100 trabajadores, facturó 8,7 millones en el 2018 y este año prevé crecer un 15%