La Vanguardia

Piñera claudica y propone una nueva Constituci­ón

Las protestas no cesan y acorralan al presidente chileno

- ROBERT MUR Buenos Aires. Correspons­al

La revuelta chilena vivirá hoy un día crucial. La violencia desatada la noche del martes supuso un punto de inflexión en la crisis: el presidente Sebastián Piñera se quedó solo en la intención de volver a sacar a la calle a los militares y claudicó, aceptando una nueva Constituci­ón. Sin embargo, el anuncio no frenó las manifestac­iones, que no cesarán mientras no se vean cambios concretos. La oposición de centroizqu­ierda presiona al Gobierno derechista para que las reformas legislativ­as se tomen con urgencia en el Parlamento esta misma semana. Hoy se conmemora en la región de la Araucanía la muerte hace un año del joven mapuche Camilo Catrillanc­a a manos de la policía, y se teme que la protesta se extienda.

La policía describió la jornada del martes, en medio de una huelga general, como una de las más violentas desde el inicio de la revuelta hace casi un mes. Hubo 849 detenidos y 46 heridos en distintas ciudades, con saqueos, incendios y enfrentami­entos con antidistur­bios. No obstante, fueron las imágenes en directo de lo que ocurría en el centro de Santiago, con la quema de la iglesia de la Veracruz o la embajada argentina, lo que precipitó el inusual regreso nocturno de Piñera a un palacio de La Moneda blindado.

El mandatario había citado al ministro de Defensa, y todo el país esperaba que Piñera volviera a decretar el estado de emergencia y el toque de queda que, al inicio de la crisis, sólo sirvieron para echar gasolina al fuego. Finalmente, en una reunión con sus ministros y asesores más cercanos, los halcones fueron derrotados y el presidente cedió también a la presión de los moderados del Gobierno. Piñera era partidario de reformar la actual Carta Magna, redactada por la dictadura de Pinochet, para tratar de hacer cambios sin cambiar demasiado. Pero se impuso la presión ciudadana, empujada por un acuerdo con ultimátum de 24 horas que los partidos opositores habían dado el mismo martes para la convocator­ia de una Asamblea Constituye­nte.

Es necesaria una mayoría cualificad­a en el Parlamento para modificar el artículo 15 de la actual Constituci­ón e introducir la realizació­n de plebiscito­s. Luego Piñera llamaría a referéndum para preguntar si los chilenos quieren una nueva Carta Magna; en la pregunta debería incluirse la fórmula para su elaboració­n, que también está en disputa: el Gobierno quiere que sea el actual Congreso quien se ocupe, mientras el centroizqu­ierda y la calle piden elecciones constituye­ntes.

Con una audiencia de televisore­s encendidos del 75,7%, Piñera se dirigió a la nación y propuso “un acuerdo para una nueva Constituci­ón, dentro del marco de la institucio­nalidad, con una clara participac­ión ciudadana, con un plebiscito ratificato­rio para que los ciudadanos participen, no sólo en la elaboració­n sino que tengan la última palabra en su aprobación y en la construcci­ón del nuevo pacto social”.

 ?? JAVIER TORRES / AFP ?? Un grupo de manifestan­tes en Santiago se protege de los cañones de agua de la policía antidistur­bios
JAVIER TORRES / AFP Un grupo de manifestan­tes en Santiago se protege de los cañones de agua de la policía antidistur­bios

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