Gómez, arzobispo pro inmigración, presidente de los católicos de EE.UU.
Los obispos de la Iglesia católica estadounidense han elegido por primera vez a un hispano, nacido en México, como su presidente.
José Gómez, arzobispo de Los Ángeles, la mayor diócesis en Estados Unidos, ha sido elevado a la máxima posición tras una época turbulenta por los diversos casos de abusos sexuales que se imputan a religiosos.
De talante conservador en cuestiones de doctrina, Gómez, de 67 años, se ha caracterizado por su defensa de los inmigrantes en medio del temor a las deportaciones. Naturalizado estadounidense, su congregación en la ciudad de California se ha distinguido por dar cobijo a indocumentados, haciendo de la inmigración un asunto moral y político para la Iglesia.
Gómez asegura que está dispuesto a reunirse con el presidente Donald Trump o quien sea para discutir una reforma legal que facilite la vía a la legalización de aquellos que carecen de documentos para residir en Estados Unidos a pesar de llevar muchos años allí y haber hecho de ese país su hogar. Gómez rezó el martes para que el Supremo de Estados Unidos legalice a todos esos jóvenes que llegaron siendo niños, los llamados soñadores.
“Prometo servir con dedicación y amor, y siempre seguir a Jesucristo y buscar su voluntad para esta Iglesia, aquí, en Estados Unidos”, señaló en su discurso de agradecimiento, y en el que calificó de honor su nombramiento, durante la asamblea general celebrada este martes en Baltimore.
Reemplaza en el puesto al cardenal Daniel N. Dinardo, que es el arzobispo de Galveston-houston, en Texas. Gómez había ejercido de vicepresidente desde noviembre del 2016.
Además de ser un pionero entre los latinos, Gómez también es “el primer obispo electo para liderar la conferencia que está asociado al Opus Dei”, según informó la Agencia Católica de Noticias. Fue nombrado obispo por el papa Juan Pablo II en el 2001. Llama la atención que, como parte de ese grupo visto como conservador, el papa Francisco no le ha nombrado cardenal, lo que para los críticos es una señal de que el pontífice no lo ve alineado con él.
Gómez estudió Teología en España, en el histórico cuartel del Opus Dei, y fue ordenado sacerdote en 1978.
Ese carácter conservador despierta recelos en algunos sectores. En estos se describe al arzobispo Gómez por una respuesta insuficiente frente a los casos de abusos sexuales o de acoso que han marcado a la iglesia. Al menos 17 fiscales generales de estado, incluido California, donde él reside, han abierto investigaciones sobre cómo los líderes de la Iglesia han afrontado esta crisis.