La Vanguardia

Curiosidad por la ‘smart city’

Barcelona descubre sus propuestas de ciudad inteligent­e a los vecinos, como por ejemplo la red urbana de calor y frío sostenible Districlim­a

- JOSE POLO

Diez de la mañana. Una quincena de personas se reúnen en la central del Poblenou de Districlim­a, la red urbana de calor y frío que sirve agua caliente, calefacció­n y aire acondicion­ado a 109 edificios de la zona del Fòrum y el 22@ de Barcelona de forma sostenible, para conocer a fondo su funcionami­ento. Es una de la cincuenten­a de actividade­s organizada­s por la Smart City Week, el acontecimi­ento impulsado por el Ayuntamien­to de la capital catalana que tiene como objetivo dar a conocer propuestas y debatir sobre ciudades inteligent­es durante la semana previa al salón Smart City Expo World Congress. “He trabajado en centros de tratamient­o de datos y me resulta interesant­e”, dice uno de los asistentes antes de comenzar el recorrido. “Tengo curiosidad por saber cómo funciona”, agrega otro.

El director general de Districlim­a, David Serrano, ejerce de guía: “Esta central es muy singular, única en España, aunque los romanos en Pompeya ya utilizaban un concepto similar”, cuenta arrancando su exposición. Esta sociedad público privada se constituyó en el 2002 y lleva más de tres lustros trabajando bajo una premisa sencilla: “Es más eficiente resolver la demanda de frío y calor de diferentes edificios de forma conjunta que uno por uno”, resume Serrano. Así pues, a través de esta central situada en la calle Tànger y de otra en el Fòrum generan el calor y el frío que después desplazan a través de una red tuberías hasta los inmuebles de sus clientes. La mayoría de ellos son oficinas, pero también hay hoteles, centros comerciale­s y equipamien­tos como el hospital del Mar. “Consiguen las máximas calificaci­ones de sostenibil­idad energética”, remarca.

Operan de forma sostenible, sin combustibl­es fósiles contaminan­tes. Buena parte de la energía la consiguen a través del vapor que genera la planta de valorizaci­ón de residuos de Sant Adrià del Besòs. También utilizan agua de mar para refrigerar. Calculan que anualmente ahorran la emisión de 20.965 toneladas de CO2, lo que equivale a unos 28.000 desplazami­entos en vehículo privado. Además, sustituyen a centenares de aparatos de aire acondicion­ado, causantes de la subida de las temperatur­as en las grandes urbes generando el efecto llamado isla de calor. Serrano va desgranand­o el proyecto mientras muestra las enormes calderas y tuberías de la central situada en el subsuelo. El responsabl­e de la empresa revela que el proyecto va creciendo y que pronto necesitará­n crear una tercera planta para atender a sus clientes.

Los asistentes, ataviados con chaleco y casco de obra, van interrogan­do al portavoz de Districlim­a. El grupo muestra un gran interés. “Es muy importante que la ciudadanía conozca las cosas que se hacen a nivel tecnológic­o en la ciudad. También que las empresas se expliquen”, opina Francisco Cabello. “Todo esto ayuda a transmitir el conocimien­to”, argumenta este barcelonés que ahora vive en Sabadell y se ha desplazado hasta la capital catalana para asistir al encuentro. “Me ha parecedido especialme­nte interesant­e como el sistema se integra en el urbanismo del barrio”, relata.

Cabello explica que es un “habitual” de la Mobile Week Barcelona, la semana de reflexión ciudadana previa al Mobile World Congress en la que está inspirada la Smart City Week. “Me he enterado hace poco, pero también me he inscrito en la visita a la torre de Collserola”, remata con curiosidad por conocer los proyectos smart city.

“Es una ayuda para transmitir el conocimien­to”, opina un asistente a la visita guiada

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? La planta de Districlim­a de la calle Tànger con los asistentes a la actividad de la Smart City Week
MANÉ ESPINOSA La planta de Districlim­a de la calle Tànger con los asistentes a la actividad de la Smart City Week

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