El nuevo rapto de Europa
Jordi Oriol examina en Temporada Alta y el TNC la agitada situación y las incoherencias del Viejo Continente en ‘Europa bull’
Europa hierve. Los problemas se le acumulan. Y, lo que es más inquietante, quizá está perdiendo su alma, su sentido, su espíritu. Si Europa, según el antiguo mito, nació de la violación de Zeus a una princesa fenicia, a la que raptó convertido en toro, hoy, señala el actor, autor y director teatral Jordi Oriol, resulta que a los hombres y mujeres que vienen del territorio de aquella Fenicia, que correspondería hoy con Líbano y Siria, “les negamos la entrada y les encerramos en campos de refugiados, volvemos a la violación inicial, sólo que aquel toro ya no es un Dios olímpico sino el dinero, el capitalismo desbocado. Europa se ha vuelto aquel toro inicial violador”, denuncia contundente. Y Oriol aborda ahora esta Europa en ebullición y esta Europa toro llena de ansiedades, miedo e injusticias con una obra cuyo título es, como acostumbra, un juego de palabras: Europa bull (bull significa toro en inglés y hierve en catalán), que aterriza mañana en el festival Temporada Alta, en el teatro El Canal de Salt, y que se verá en el Teatre Nacional de Catalunya desde el día 28 de este mes hasta el 15 de diciembre.
El montaje está ambientado en una sala de reuniones de la Comisión Europea en Bruselas, concretamente de su departamento de Cultura, el que tiene menos dinero de todos y que busca llevar a cabo un homenaje que resalte los valores del viejo continente en tiempos de zozobra. Sólo que los reunidos van descartando proyecto a proyecto porque todos, hasta el recuerdo del Holocausto, molestan a algún país. Paralelamente hay, señala, una especie de “parque temático de revoluciones históricas”, momentos en los que se ven imágenes de esas revoluciones, como la Francesa, de las que venimos. Y aun se añade otra capa en esta obra llena de ellas: junto a los que detentan el poder en las reuniones conviven trabajadores de mantenimiento, limpieza e intendencia que lo mismo ponen un micro que quitan la bandera del Reino Unido o la vuelven a poner. Los de arriba y los de abajo, la división eterna.
Y todo en una obra hablada, que para eso es Europa, en hasta 15 idiomas, un montaje “babélico”, apunta Oriol, a cargo de seis intérpretes de diferentes disciplinas: dos actores, Joan Carreras y Olga Onrubia, la bailarina Anna Hierro y tres músicos, entre ellos Carles Pedragosa, que habitualmente trabaja con Oriol y ejerce además de actor, y el ruso-israelí Sasha Agranov y el danés Karl Stets, que trabajan con frecuencia en circo.
Un proyecto que critica con humor una Unión Europea que se basa en la fraternidad, la unión y la libertad de pensamiento pero que, denuncia Oriol, se salta los derechos humanos y tiene como único común denominador el dinero. Un proyecto que, a la vez que la critica en su forma actual, tiene su origen en esa unidad europea: un poderoso teatro de Stuttgart reunió hace dos años a nueve creadores del continente, entre ellos Oriol, para que dieran su visión sobre el futuro de Europa con piezas de media hora. La que presentó el creador, Eufemite, “el eufemismo del mito de Europa”, explica, fue el origen de Europa bull.
La Europa a la que raptó Zeus y que dio nombre al continente era una mujer fenicia, hoy siria o libanesa