Sánchez recuerda a ERC que sólo su gobierno ofrece diálogo
Los republicanos no avanzan en su primera reunión con el PSOE y rechazan apoyar al presidente si no abandona “la vía represiva”
Pedro Sánchez reconoció antes del 10-N que España está atrapada en un laberinto político. Y, tras la repetición electoral del domingo y el acuerdo del gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos del martes, en estos momentos sólo se vislumbra una posible salida: que una abstención de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) permita la investidura de Sánchez para que se constituya un ejecutivo de coalición con la formación de Pablo Iglesias. Y se desbloquee así la gobernabilidad y una nueva legislatura que será volátil sean cuales sean los aliados elegidos. Mientras el PP y, sobre todo, los diez diputados de Ciudadanos en el Congreso sigan sin atender los cantos de sirena del PSOE para que el gobierno no dependa del independentismo, como admiten en la Moncloa y en Ferraz, “no hay otra alternativa”.
La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, se reunió ayer con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, con quien mantiene fluida comunicación. Pero, pese a la cordialidad del encuentro, ERC despachó la cita con un comunicado en el que reiteró su negativa, mientras el PSOE no abandone “la vía represiva”. Ambas partes, no obstante, se emplazaron a seguir en contacto.
Justo después, Sánchez compareció en la Moncloa, por vez primera tras el 10-N, acompañado por el presidente electo del Consejo Europeo, Charles Michel. “¿Qué gobierno querrían?”, replicó el líder del PSOE a la negativa de ERC. Quiso así apremiarles, ya que, según advierten en Ferraz, “la alternativa son terceras elecciones”. Y, en ese caso, una probable debacle de la izquierda en España y un posible gobierno del PP sustentado por la ultraderecha. En definitiva, Sánchez emplazó a ERC a decidir con qué ejecutivo en Madrid estarían más cómodos. “El PSOE y Unidas Podemos somos las dos únicas organizaciones a nivel nacional que apuestan por el diálogo dentro de la Constitución para resolver la crisis política en Catalunya”, respondió Sánchez a ERC. “Las dos únicas”.
“Somos las dos únicas fuerzas –insistió– que aspiramos a superar esta crisis política con el diálogo, dentro de la Constitución y el Estatut”. Demandó así que “aquellos que se oponen a un gobierno progresista formado por el PSOE y UP, que es el único posible porque así lo han decidido los españoles, tendrán que explicar qué solución y qué alternativa proponen, qué gobierno quieren”. “Nosotros vamos a defender siempre el diálogo dentro de la legalidad y vamos a manifestar siempre nuestra voluntad de superar esta crisis política mediante el diálogo dentro de la Constitución”, reiteró. Cabe interpretar que su alusión a la “crisis política”, en lugar de a la “crisis de convivencia” que presidió su discurso electoral, puede suponer una nueva actitud. Tampoco quiso reafirmarse en su propuesta previa al 10-N de reintroducir en el Código Penal la convocatoria de referéndums ilegales. Alegó que plasmará su programa de gobierno en su discurso de investidura, y
El presidente aprieta a los republicanos: “Tendrán que explicar qué gobierno querrían”
“PSOE y UP somos las dos únicas fuerzas que apuestan por el diálogo”, avisa Sánchez
Lastra y Rufián no logran avanzar, pero ambos se emplazan a seguir en contacto
El líder socialista promete disposición a encontrar soluciones para la “crisis política”
que además deberá consensuarlo con Iglesias si van a ser socios. “Tendremos que llegar a acuerdos sobre cuál es la propuesta que vamos a hacer en múltiples ámbitos, también en la cohesión territorial y en la crisis territorial de Catalunya”, señaló.
Sánchez tampoco asumió ni descartó la idea de conformar una mesa de partidos fuera del Parlamento para abordar la cuestión. “Vamos a ofrecer diálogo dentro de la Constitución y de la legalidad democrática, siempre”, destacó. “Pero los primeros que tienen que hablar son los catalanes; hay una mesa en el Parlament que tiene que ser activada por los líderes independentistas. Y tienen que hablar con la parte no independen
tista”. A partir de ahí, prometió, “el Gobierno de España siempre estará a favor de encontrar una solución política a esta crisis territorial”. Pero si el PSOE no ve otra salida que la del pacto con UP y el apoyo de ERC, también los republicanos creen que no cabe otra opción de gobierno que pueda atender sus demandas, aunque sea remotamente.
Por ahora, el bloqueo se plantea en las filas republicanas como medida de presión, pero puede acabar siendo una opción real si los socialistas no ceden ni un milímetro. De hecho, en la cúpula de Esquerra suspiran por que la formación morada esté en el Consejo de Ministros.
Que Ciudadanos haya quedado fuera de juego al obtener sólo diez diputados refuerza el endurecimiento de su postura –“[los socialistas] no tienen alternativa”–, pero los republicanos son conscientes que el incremento de votos de Jxcat y la irrupción de la CUP, partidarios ambos sin ambages de impedir la investidura, les obliga a ir con pies de plomo a la hora de tomar una decisión definitiva respecto a Sánchez. Una tendencia que podría dar lugar a que en unas hipotéticas elecciones catalanas el electorado castigue sus concesiones al PSOE y que Jxcat vuelva a obtener mejores resultados que ERC contra pronóstico. Como sucedió en los comicios al Parlament de diciembre del 2017.
¿En qué debería ceder el PSOE? En el compromiso de configurar una mesa de negociación. “Con esta mesa, quizá luego las demandas podrían ir un poco más rodadas”, afirman fuentes de ERC. Estas otras demandas, para una solución política al conflicto catalán, pasarían por permitir el ejercicio del derecho a la autodeterminación, o lo que es lo mismo, un referéndum pactado, o una ley de amnistía que deje libres de toda culpa a los líderes independentistas condenados a prisión por el Tribunal Supremo.
Lastra, en todo caso, no dio ayer signos de concesiones a Rufián. Y la respuesta del líder de los republicanos volvió a ser un no. “Durante la conversación no ha habido indicio alguno de que el PSOE vaya a abandonar la vía represiva para afrontar el conflicto político existente entre Catalunya y el Estado”, informó ERC en un comunicado. Por lo tanto, “no podrá haber en ningún caso un replanteamiento de la postura”.
Pese a la negativa, el encuentro no fue en balde. “Estábamos mentalizados que sería una primera toma de contacto, nada más. Y que servirá para vernos otra vez”, admiten en Esquerra. Todavía hay mucho campo por recorrer.
UNA PISTA DE ATERRIZAJE Esquerra suspira por un ejecutivo con UP, pero mantiene su negativa si el PSOE no se mueve
SOLUCIONES POLÍTICAS
Los republicanos siguen esgrimiendo un referéndum pactado y una ley de amnistía