Senderismo en el Parque Natural de la Serra d’espadà
La magnífica y renovada red de senderos recorre bosques de alcornoques y castaños, poblados moriscos y castillos
Ubicado al sudoeste de la provincia de Castellón, el Parque Natural de la Serra d’espadà es la segunda área protegida más grande de la Comunitat Valenciana, ocupando 31.200 hectáreas de la Plana Baixa, del Alto Mijares y del Alto Palancia. Lo más característico de toda la sierra es su peculiar sustrato silíceo, que convierte a este territorio en un mosaico rojizo entre la variada y abundante vegetación de pinos rodenos y carrascos, alcornoques y encinas. En un entorno tan agradecido de bosques y fuentes, la fauna es muy variada y abundante, destacando el omnipresente jabalí y la gran cantidad de rapaces que nidifican en la sierra, como las águilas perdicera, calzada y culebrera, el halcón peregrino y el búho real.
Disfrutardelpaisaje
La mejor forma de descubrir este auténtico paraíso natural que es la Serra d’espadà es a través de la magnífica red de senderos (muchos empedrados) que la recorren. Esto permite disfrutar de forma sosegada de paisajes espectaculares, bosques de al- cornoques y castaños, poblados moriscos, castillos y acequias. Algunos de esos caminos sencillamente nunca se han dejado de utilizar, y otros se han recuperado de la antigua infraestructura que durante siglos ha permitido la comunicación entre las diferentes poblaciones de la sierra, y de éstas con las poblaciones del Alto Palancia y las ciudades de La Plana.
Entre toda esta infraestruc- tura senderista destaca por su importancia el GR 36, que durante 60 kilómetros recorre todo el macizo desde la Vía Augusta, en La Vilavella, hasta el GR 7, en Montanejos. Esta atractiva ruta circular,queincluyeelpicoespadà con su magnífica panorámica, tiene como inicio y final el pueblo de Aín. Esta población, cuyo nombre en árabe hace referencia a su gran número de fuentes, conserva el encanto de su pasado histórico. Lo mismo ocurre con Alcudia de Veo y sus pedanías Veo y Benitandús, que con sus calles estrechas y paredes encaladas añaden más encanto aún a esta ruta.