Urkullu reclama un consenso vasco ante la “seria amenaza” de Vox
El lehendakari Iñigo Urkullu reclamó ayer que el resto de partidos del ámbito vasco y nacional apliquen un “cordón sanitario” en torno a la formación de Santiago Abascal, a la que calificó de “amenaza muy seria para el Estado de derecho”, la convivencia y el autogobierno. “Ninguna fuerza puede permitirse el lujo de votar con Vox y facilitar que la extrema derecha siga creciendo”, advirtió el presidente de Euskadi en el Parlamento de Vitoria.
Urkullu considera que buena parte del auge del partido de Abascal se debe a que éste y sus mensajes “ultras” han sido “blanqueados” por PP y Ciudadanos al hacerle partícipe de la vida institucional con pactos de Gobierno como los de Murcia y Andalucía o la aprobación en la Asamblea de Madrid de una propuesta suya para “ilegalizar” a las formaciones nacionalistas que “atenten contra la unidad de España”. “Hay que evitar homologar a Vox, esa actitud comprensiva ha dado lugar a una factura muy cara en las pasadas elecciones”, explicó el lehendakari, en referencia a los 52 diputados de Vox, tercera fuerza en el Congreso.
Frente a los mensajes “inconstitucionales” del partido de Abascal, como la ilegalización del PNV –dijo en campaña que “haría todo lo posible” para que ocurriera– o la supresión de las autonomías, exigió el “rechazo a la intolerancia” como primer freno a los intentos de “involución democrática” e instó a suscribir en las próximas semanas una respuesta unánime del Parlamento vasco a los planteamientos de Vox. Ante sus amenazas en campaña de prohibir al PNV, el propio Urkullu emitió un comunicado censurando que esas palabras “desbordan el campo de juego” del debate político y en el que advirtió de que el Gobierno vasco se opondrá con toda su “firmeza democrática” a los postulados de Santiago Abascal.
El lehendakari también avisó ayer del riesgo de que “un extremo active al otro”, en clara referencia a EH Bildu, y para evitarlo pidió a la coalición que refuerce su “suelo ético” en cuanto a la violencia pasada. En Euskadi, ni Vox ni Cs tienen representación –tampoco consiguieron escaño el 10-N– y el PP vasco ha mostrado su clara oposición al ideario de la fuerza de extrema derecha.
El lehendakari avisa del riesgo de que “un extremo active al otro” en clara referencia a EH Bildu