Una experiencia distinta
Aürt, una barra de alta cocina en el Hilton de Diagonal Mar
Los orígenes de esta historia nos sitúan en un bar de Terrassa, donde la familia Martínez regentó durante años un local lleno de generosidad. Pasaron los años y la siguiente generación emprendió, en ese mismo local, un nuevo y valiente proyecto gastronómico, el restaurante Capritx, notable referencia en el Vallès. Tras siete años con una estrella Michelin, Artur Martínez decide hacer un cambio para seguir avanzando. Cierra Capritx y viene a Barcelona en busca de una nueva aventura que le asegure una proyección hacia el futuro. De este modo, recibe la propuesta de inventar un nuevo modelo de oferta gastronómica en el mismo lobby del hotel Hilton de Diagonal Mar.
La propuesta es valiente y encaja con los nuevos paradigmas de la restauración: los comensales se instalan en unos elementos de barra ancha que también incluyen un espacio de preparación para montar los platos. Frente a estas barras, una cocina longitudinal bien equipada donde ofician los cocineros.
Nada más empezar, a cada barra se le adjudican unos profesionales que atenderán directamente al cliente y le explicarán, si lo desea, en qué consiste cada plato mostrándole el final de su elaboración.
De este modo, no sólo degustaremos los platos, sino que sabremos cuál es su propósito, su génesis y también su elaboración. En todo momento el comensal sabe lo que está comiendo y por qué.
El resultado es una experiencia intensa, un momento de verdadera comunicación con el milagro culinario que no se esconde en la cocina, sino que se comparte y se disfruta aún más. El buen ritmo del servicio ayuda a no alargar innecesariamente la duración del menú.
El equipo humano resulta fundamental para el resultado del conjunto. Excelentes cocineros llenos de entusiasmo por su trabajo, disfrutando con el comensal. El imprescindible acompañamiento de Pablo Bethencourt , el sumiller, para escoger unos vinos que acompañen el menú; Iván, Mireia…. En el servicio de sala todos resultan importantes para que Artur Martínez consiga afianzar su proyecto.
Una fiesta culinaria silenciosa, personificada, sabrosa y precisa, sin barroquismos innecesarios. Un encuentro de sabores auténticos para una de las cocinas más sinceras y sorprendentes del país. Un paso a favor de la sostenibilidad de la gran cocina.
La Vinícola de Gandesa es una bodega familiar de dimensiones considerables, gracias al esfuerzo de diversas generaciones de la familia Gil. Su historia se remonta a mediados del siglo XIX, cuando Ramón Gil compra algunas parcelas para plantar viñedos y construye la primera bodega de la familia en el municipio de Horta de Sant Joan, dentro de la actual denominación de origen Terra Alta. Cada generación ha ido aportando nuevos avances en la consolidación y ampliación del negocio, como la compra de uva a otros productores o la introducción de maquinaria moderna en la bodega. El actual gerente, Elies Gil, trasladó la bodega a Gandesa, y posteriormente inauguró una bodega de mayores dimensiones en Mora la Nova. Las actuales instalaciones les permiten trabajar con hasta 12 millones de kilos de uva, y producir más de 20 vinos diferentes, entre espumosos, blancos rosados, tintos y generosos, además de vermús, de tres denominaciones de origen: Terra Alta, Tarragona y Catalunya.