La Vanguardia

El zapatero prodigioso que prefieren las estrellas

- Margarita Puig

Tiene nombre de actor o de bailarín o de cantante de boleros... Pero George Esquivel es uno de los shoemakers (maestros zapateros) más reconocido­s. Al menos en Estados Unidos, donde tiene una clientela de lo más selecta, con Bruno Mars, Lebron James y Taylor Swift, entre otros. La minuciosid­ad con la que crea su calzado le ha valido, además, situarse en la escena mundial de los accesorios de lujo y colaboraci­ones con firmas punteras. La más reciente le ha convertido en el nuevo embajador de #Dockerscha­llengers, un grupo selecto de emprendedo­res y visionario­s que dejan todo de lado para poder perseguir sus sueños, y porque no, además consiguen con ello cambiar el mundo en positivo.

¿Pero qué tiene Esquivel que no tengan otros zapateros? Pues que a la selección de las mejores pieles de las más diversas texturas y el trabajo manual más riguroso y tradiciona­l, le ha sabido sumar un punto de atrevimien­to muy personal. Así es como este maestro zapatero fue nominado ya en el 2009 como finalista de los CFDA Awards, que reconoce a los mejores artesanos, y cómo consiguió pocos años después su primera gran colaboraci­ón, en esa ocasión para Tommy Hilfiger.

Pero llegar hasta aquí no ha sido nada fácil. Ahora es reconocido como el zapatero que prefieren las estrellas, pero explica que tuvo una infancia difícil. Originario del sur de California, creció en medio de un ambiente muy conflictiv­o. Su padre entraba y salía de prisión de forma habitual durante su niñez, por lo que él y su familia se veían forzados a mudarse a menudo, yendo casi siempre de motel en motel. A pesar de las dificultad­es, Esquivel tenía muy claro que su objetivo era hacerse un hueco en el mundo de la moda. Concretame­nte quería ser diseñador de calzado. La oportunida­d le llegó de adolescent­e, cuando comenzó a trabajar con un maestro para aprender el oficio y las nociones básicas de artesanía, que ha sabido combinar a la perfección con sus propios principios y los dictados de su intuición.

Esquivel crea calzado tanto masculino como femenino. O agénero. Trabaja siempre con pieles california­nas de alta calidad y todo el trabajo que realiza es manual. Lo hace en su atelier de Palo Alto, en el condado de Orange, donde ha conseguido producir alrededor de cinco mil pares al año que vende por todo el mundo. Todos con su número de identifica­ción y su sello identifica­tivo de shoemaker.

Este zapatero de 49 años con preferenci­a por los diseños , detalles y texturas más llamativos ha experiment­adopuesuné­xitomundia­l que no esperaba. Pero sigue siendo fiel a su lema de que “nuestro objetivo es crear una experienci­a única” y a su vocación de devolver al mundo lo que el mundo le ha dado a él.

Por eso recienteme­nte, Esquivel empezó a impulsar su the X collection, exclusivos tote bags y accesorios, cuyos beneficios se destinan a Giving Children Hope. La organizaci­ón ofrece ayudas y soporte a los niños de California que viven condicione­s complicada­s, como las que él superó de niño. También muestra como personaliz­ar los Dockers khakis en sus redes sociales y por cada like que obtiene el post, Dockers dona dinero a la causa.

George Esquivel, que calza a Bruno Mars y Lebron James, es el nuevo embajador de Dockers Challenger­s

 ??  ??
 ??  ?? Altruista. Parte de sus beneficios los dona a Giving Children Hope, que ayuda a niños con situacione­s familiares difíciles.
Altruista. Parte de sus beneficios los dona a Giving Children Hope, que ayuda a niños con situacione­s familiares difíciles.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain