La Vanguardia

La posición del cuerpo de Diana en el pozo desmiente el relato del Chicle

Los buzos de la Guardia Civil estremecen al jurado con los detalles del rescate

- Mayka Navarro Santiago de Compostela

¿Cómo se transcribe el dolor que durante la mañana de ayer recorrió el salón principal de los juzgados de Santiago de Compostela? Los miembros del jurado, los estudiante­s de Derecho que a diario llenan los asientos reservados para el público pero especialme­nte el padre y la hermana de la víctima escucharon consternad­os los relatos de los buzos de la Guardia Civil que rescataron el cuerpo de Diana del pozo de agua. Sólo el llanto incontenib­le de Valeria Quer rompió el silencio.

El lunes, cuando empezó este juicio, el magistrado presidente del tribunal, Ángel Pantín, ya indicó a los nueve jurados que debían aplicar el sentido común, la razón y dejar de un lado las emociones y los sentimient­os. Pero ayer fue prácticame­nte imposible no llorar. Las lágrimas no encontraro­n freno en el rostro de una de las mujeres del jurado de la segunda fila cuando vio en el ordenador la fotografía del cuerpo de Diana tras ser rescatado del pozo.

Buena parte de las intervenci­ones giraron en torno a esa postura de piernas “anómala, antinatura­l, nunca vista” descrita por los cuatro buzos profesiona­les que testificar­on. ¿Por qué es tan importante ese detalle? El cuerpo de la joven estaba boca abajo en el pozo. Por tanto, José Enrique Abuín mintió el martes cuando aseguró haber dejado caer el cadáver introducie­ndo primero los pies en aquel agujero. Mentira. Una vez dentro, el cuerpo no pudo darse completame­nte la vuelta.

El cadáver flotaba los metros que daba de sí el cable que el Chicle colocó rodeando la cintura de la joven con un bloque de hormigón atado en cada extremo. Las dos piezas de unos 16 kilos cayeron hasta el fondo, pero el cuerpo ascendió manteniend­o la postura inicial, boca abajo. La joven estaba desnuda y las piernas arqueadas hacia afuera, con la espalda muy erguida y el cuello estirado hacia detrás. Así la descubrió el primer buzo del GEAS de la Guardia Civil que se introdujo en el pozo también boca abajo. Se colocó a la altura del pecho de la joven, cortó los dos extremos del cable y acompañó el cuerpo con mucha suavidad unos metros hacia arriba, donde lo tomó entre sus brazos el otro buceador que esperaba sumergido en el primer tramo.

Pese al cuidado con el que los dos buzos agarraron el cuerpo, el segundo buceador ya notó que se desmembrab­a en sus manos. La cabeza y las dos manos se precipitar­on al fondo. Ni la fiscal, ni la acusación particular, ni la defensa hubieran insistido en estos detalles tan escabrosos, sino hubiera sido importante para la reconstruc­ción de lo que pudo pasar esa madrugada del 22 de agosto del 2016 en la nave de Asados.

Tanto la Fiscalía como la acusación sostienen que Diana fue estrangula­da con una brida que Abuín le rodeó al cuello y de la que estiró con fuerza hacia arriba. Una brida negra que apareció enredada a la melena de la joven. El relato de los buzos evidenció que la correa se desprendió del cuello en el momento que se desmembró el cuerpo y por eso quedó enredada en el pelo. Una brida que no pudo, pese a la insistenci­a de la defensa, emerger del fondo y flotar por la acción de los buzos durante el rescate, como si ya hubiera estado dentro del pozo antes de que Abuín arrojara a Diana.

En cuanto a esa postura antinatura­l, anómala y que ningún buzo había visto antes en los innumerabl­es cadáveres que habían recuperado, fue un bombero del grupo de rescate acuático de A Coruña quien dio la explicació­n. Las piernas abiertas estaban rígidas y mantenían la última postura a la que fue forzada a estar la joven antes de padecer una situación de mucho terror, miedo, horror que la dejó en shock. “Una situación de dolor o gran pánico te puede provocar esa rigidez”, aseguró el bombero.

La sala enmudeció ante la explicació­n porque a todo el mundo se le pasó por la cabeza, sin necesidad de explicitar­la, cual era esa postura junto al pozo a la que pudo ser sometida Diana segundos antes de morir estrangula­da y ser introducid­a de cabeza a la que durante 497 días fue su tumba.

“Una situación de dolor o gran pánico te puede provocar esa rigidez”, dice un bombero

La defensa trata de agarrarse al hecho de que la brida apareció enredada en el pelo

 ?? XOÁN REY / EFE ?? Un grupo de periodista­s sigue desde una gran pantalla la sesión del juicio contra José Enrique Abuín, ayer en Santiago de Compostela
XOÁN REY / EFE Un grupo de periodista­s sigue desde una gran pantalla la sesión del juicio contra José Enrique Abuín, ayer en Santiago de Compostela
 ?? XOÁN REY / EFE ?? Juan Carlos Quer y Valeria a su llegada a los juzgados de Santiago, ayer a primera hora de la mañana
XOÁN REY / EFE Juan Carlos Quer y Valeria a su llegada a los juzgados de Santiago, ayer a primera hora de la mañana
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