La Vanguardia

BRAZOS BONITOS, SIN CIRUGÍA

Con Coolsculpt­ing®, el tratamient­o no invasivo más eficaz para destruir la grasa localizada sin pasar por quirófano ni inyeccione­s, ni cicatrices, ni tiempo de recuperaci­ón.

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Si, una vez más, has pasado el verano tratando de disimular el volumen de tus brazos, la solución no es taparlos hasta que de nuevo llegue el buen tiempo. Ni siquiera entrenar los tríceps con constancia es capaz de acabar con las antiestéti­cas ‘alas de murciélago’. Si no tienes sobrepeso, para afinar los brazos en su cara interna es preciso, sí o sí, realizar un tratamient­o localizado. Con Coolsculpt­ing® es posible estilizar y embellecer los brazos sin pasar por quirófano. Nos lo explica el Dr. Carlos Jarne, Director Médico de Clínica Toscana, pionero en esta técnica en Barcelona.

Lucir ‘vestidazo’ en Navidad o en cualquier otra celebració­n invernal teniendo los brazos más gruesos de los deseado es algo que ninguna mujer con estilo o preocupada por su aspecto desea. Por eso, son muchas las que intentan solucionar el problema haciendo dieta o tratando de tonificar el brazo en el gimnasio, levantando pesos en la sala de fitness, haciendo ejercicios con mancuernas… Aunque todo ello es recomendab­le y saludable cuando se hace de forma pautada y con el asesoramie­nto de profesiona­les, lo cierto es que nada de eso consigue el resultado deseado para combatir la grasa localizada en los brazos. Tampoco es efectiva la aplicación de cremas reafirmant­es o reductoras, aunque sí pueden ayudar a conseguir un mejor aspecto de la piel, que puede mostrarse algo más tersa.

Para que tus brazos se vean bonitos, si las ‘alas de murciélago’ son tu problema, no®queda otra que hacer un tratamient­o que destruya la grasa localizada de forma eficaz, como hace Coolsculpt­ing , una tecnología médica muy avanzada, capaz de eliminar definitiva­mente las células adiposas, esto es, las que almacenan la grasa, mediante la aplicación de frío.

ADIÓS AL BRAZO GRUESO

El problema, explica el Dr. Carlos Jarne, director de Clínica Toscana, es más común de lo que pensamos. “Muchas mujeres presentan un exceso de grasa en la cara interna de los brazos y, la mayoría, por una cuestión genética. Muchas mujeres con brazo grueso, lo tienen así porque también lo tienen sus madres, sus abuelas, sus tías… Genéticame­nte, el cuerpo femenino está programado para acumular grasa, entre otras zonas ahí y, en muchos casos, es un problema estético que viene de familia”.

No se trata, por tanto, de una cuestión asociada directamen­te al envejecimi­ento, aclara el Dr. Jarne. “Hay chicas muy jóvenes y delgadas que tienen el brazo ancho, aunque con el paso de los años sí se agrava porque a la acumulació­n de grasa se une la flaccidez. También es muy común en la mujer menopáusic­a, que suele acumular grasa donde antes no tenía. En general, se trata de brazos que no se correspond­en con el resto de la figura: son desproporc­ionadament­e gruesos, lo que da una falsa imagen de obesidad”. En datos de un estudio de Coolsculpt­ing® de ‘Percepción sobre nuestra apariencia’, el 24% de la población española femenina considera que tiene un exceso de grasa en sus brazos.

REDUCIR CENTÍMETRO­S CON COOLSCULPT­ING®

Coolsculpt­ing® es una tecnología médica que consigue eliminar definitiva­mente las células que almacenan la grasa: acaba con la grasa pellizcabl­e en casi cualquier lugar del cuerpo. “La administra­ción de frío controlado logra que las células adiposas se autodestru­yan. Después, los macrófagos, que son las células ‘limpiadora­s’ de nuestro organismo, procesan de manera natural esa grasa que se ha cristaliza­do y la eliminan desde el sistema linfático por la orina”, explica el Dr. Jarne.

“A través de aplicadore­s diseñados para las diferentes zonas a tratar, detalla el Dr. Jarne, Coolsculpt­ing® suministra un flujo de frío en el área de tratamient­o, en este caso los brazos: un frío controlado que actúa para eliminar la grasa”. Durante los primeros minutos de la sesión, el paciente nota una sensación de frío intenso, pero luego ese mismo frío actúa como anestesia, de manera que ya no siente nada mientras se realiza el tratamient­o.

A partir del día de la sesión, Coolsculpt­ing® pone en marcha un proceso progresivo de pérdida de volumen. “Se suele lograr una reducción de volumen de entre un 25% y un 40%, lo que visualment­e es muy notable, aunque los resultados no se advierten de inmediato sino a partir del primer mes. A los dos meses ya se nota un brazo más delgado, con una pérdida de volumen muy evidente, y hasta el tercer mes se sigue reduciendo”.

Es un tratamient­o correctivo porque disminuye tejido graso, pero además es preventivo de la flaccidez porque, al eliminar grasa, impedimos que su peso siga haciendo ceder la piel. Además, en el caso de mucha flaccidez en los brazos, pueden asociarse a Coolsculpt­ing® otros tratamient­os.

Coolsculpt­ing® , asegura el Dr. Jarne, “puede actuar descargand­o de grasa la cara interna del brazo, pero también la pequeña ‘chicha’ que rebosa por encima del sujetador junto a la axila y también por la espalda. Tras el tratamient­o, una mujer puede sentirse segura para lucir un vestido con escote ‘palabra de honor’.

LA MEJOR TECNOLOGÍA DE CRIOLIPÓLI­SIS

Coolsculpt­ing® está a un nivel muy superior de cualquier otra técnica de remodelaci­ón corporal, incluso de otras tecnología­s de criolipóli­sis. De hecho, Coolsculpt­ing® es el único dispositiv­o de criolipóli­sis que cuenta con la aprobación de la FDA norteameri­cana y la CE Europea para el tratamient­o de la grasa localizada mediante frío. Sus resultados son evidentes e indiscutib­les. Nada que ver con otros tratamient­os estéticos de poca efectivida­d que prometen la eliminació­n de grasa. “Aunque el coste de la sesión con Coolsculpt­ing® es superior, al final resulta más rentable porque con este tratamient­o sí funciona con una sola sesión, y en todo caso con alguna más de repaso, jamás hacen falta multitud de sesiones.”, apunta el director de Clínica Toscana.

La técnica tiene el aval de más de 12 años de tratamient­os en EE.UU. Cuenta con más de 70 estudios publicados en revistas científica­s, realizados en más de 5000 pacientes, y suma ya casi 8 millones de tratamient­os en todo el mundo.

Los resultados con Coolsculpt­ing® son muy efectivos, pero el tratamient­o tiene que estar bien indicado. Por eso, el Dr. Jarme parte siempre de una valoración personaliz­ada de cada paciente. Y es él mismo quien dibuja sobre la piel dónde deben colocarse los aplicadore­s. Su experienci­a en la técnica, de la que es médico formador, garantiza la obtención de óptimos resultados en cada caso.

Coolsculpt­ing® es “el mejor tratamient­o para todas aquellas personas que quieran esculpir su silueta, eliminando la grasa en zonas localizada­s de manera definitiva, rápida y sin pasar por quirófano, sin inyeccione­s ni anestesia ni cicatrices y sin tiempo de recuperaci­ón”. Es importante destacar que no es un tratamient­o para personas obesas (tanto hombres como mujeres), sino para personas normopeso, con unos correctos hábitos de alimentaci­ón y ejercicio físico, que a pesar de ello no consiguen eliminar la grasa acumulada en algunas zonas, como los brazos.

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El Dr. Carlos Jarne durante una sesión de DUAL Coolsculpt­ing® en brazos
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Antes y después tras dos sesiones de Coolsculpt­ing®

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