Del juicio en adelante
LA LOSA DE LA SENTENCIA
“Un jarrón roto”
“La sentencia pesará como una losa, será una mancha negra indeleble y para mucha de la gente que lo habrá vivido, pero también para generaciones futuras, la sentencia será una grieta visible para siempre. Cuando un jarrón se ha roto, se pueden pegar los trozos y puede volver a ser un jarrón, pero siempre se verá por dónde se ha resquebrajado (...) La sentencia del Tribunal Supremo del 2019 retrata un Estado impotente, que causa un daño a los otros causándose, al mismo tiempo, un daño a él mismo. La historia será severa, y más cuando todos sabemos que nadie puede sobrevivir a una enfermedad crónica de esta gravedad”.
ASUMIR LA COMPLEJIDAD
“‘Realpolitik’ para avanzar”
“El independentismo no crecerá a base de prometer jugadas maestras, que a menudo no dan para mucho más que para hacer un tuit, ni con soluciones mágicas que obvien los obstáculos del camino propuesto. Asumir la complejidad del reto, estar dispuesto a reconocer que no hay respuestas para todo y convivir con naturalidad cuando haya contradicciones, probablemente es la manera más creíble para avanzar y dar un salto que permita enfilar el camino que va del 50% de apoyos hacia delante. (...) Las posiciones más pragmáticas, el posibilismo y la realpolitik son la manera más sólida para avanzar. (...) Lo que más erosiona son los debates esencialistas”.
LA ESPAÑA REACTIVA
“En la piel del otro”
“Para fortalecer el proyecto independentista es imprescindible sumar más gente, pero también es muy importante no generar rechazo a las personas que se sitúan en posiciones antagónicas. (...) Asumir la complejidad quiere decir, en este caso, que es importante ponerse en la piel del otro para intentar generar empatía aunque sea desde la discrepancia. Es, en otras palabras, situarlo en el terreno del debate político legítimo y del derecho a discrepar, pero desde el respeto a las posiciones de los otros. El menosprecio a los símbolos que no nos representan, por ejemplo, son acciones que no nos ayudan a crecer”.
MORAL DE VICTORIA
“Saber leer los tiempos”
“Conocer las fortalezas y las debilidades propias, sin despreciar las fuerzas y las razones de los otros es la mejor manera de plantear el camino. Sin eufemismos, sin autoengaños y con toda la modestia, pero también sin renuncias y con toda la determinación, tenemos que trabajar como un solo pueblo para alcanzar el objetivo común. (...) Conseguir ser muchos más, forjar una mayoría inapelable, no renunciar nunca al diálogo y mantener la determinación para resolver la cuestión por la vía democrática son los ingredientes imprescindibles de una receta ganadora, que hay que cocinar con inteligencia política y sabiendo leer bien los tiempos”.