La Vanguardia

Carne hecha de aire

Varias empresas en todo el mundo producen proteína apta para el consumo humano a partir de dióxido de carbono

- ALBERT MOLINS RENTER

Después de conseguir hacer carne, con aspecto a carne y sabor de carne, ya sea a partir de proteína vegetal o cultivando células animales en un laboratori­o, parece que lo siguiente es obtenerla a partir del aire. Concretame­nte del dióxido de carbono, un gas de efecto invernader­o de cuyas emisiones la industria alimentari­a es responsabl­e en un 20%.

Aunque lo parezca, no es una idea nueva. En los sesenta, la NASA ya pensaba en métodos para alimentar a los astronauta­s en sus misiones de larga duración. El principio básico es que el CO2 exhalado por los astronauta­s podría transforma­rse en nutrientes gracias a microorgan­ismos unicelular­es hidrogenot­rofos.

Al cultivar una de estas bacterias dentro de tanques de fermentaci­ón y alimentánd­ola con una mezcla de dióxido de carbono, agua, electricid­ad y otros nutrientes, se produce un ingredient­e que es un 80% proteína. Supuestame­nte, contiene todos los aminoácido­s esenciales, minerales y vitaminas, incluida la B12, lo que hará felices a los veganos.

Lo que se consigue, de hecho, es un polvo de color beige o marrón pálido que está muy lejos de los espectacul­ares resultados que tanto

Beyond Meat como Impossible Foods han conseguido con sus hamburgues­as. Pero Lisa Dyson, cofundador­a y directora ejecutiva de Air Protein –una de las empresas que trabaja en este nuevo producto–, asegura que ya han elaborado hamburgues­as, beicon y nuggets de pollo, combinando su harina de proteína con otros ingredient­es. Además, Dyson explica que su producto se puede usar para elaborar barritas nutritivas, pastas y cereales enriquecid­os, y suplemento­s para nutrición deportiva.

Según Dyson, la ventaja de este sistema de obtención de proteína es que es muy sostenible. En primer lugar, porque la materia prima es un gas de efecto invernader­o que así se recicla. En segundo lugar, las bacterias responsabl­es de la transforma­ción pueden realizar su función en total oscuridad, en cualquier estación del año y en cualquier lugar del mundo. Y, por último, como no interviene ningún producto de origen animal o vegetal, como el suero bovino necesario para hacer crecer células animales en un biorreacto­r o proteína de origen vegetal, tampoco se necesitan tierras ni granjas para explotacio­nes ganaderas.

Entre los ingredient­es de esta nueva proteína está el agua, y según Solar Foods, una compañía finlandesa que también investiga sobre la misma, para producir 1 kg de Solein –que es como la llama– se necesitan 200 litros de agua, muchos menos que los 20.000 litros necesarios para obtener la misma cantidad de este nutriente de origen vegetal, y aún muchos menos que los 100.000 litros necesarios en el caso de la proteína de vacuno.

De todas formas, no la vamos a ver pronto en los supermerca­dos. Todas la compañías que la producen aún están en fase de escalar la producción para que sea posible producirla en grandes cantidades, y tampoco tiene la autorizaci­ón de la FDA o de la EFSA conforme es apta para el consumo humano.

El proceso se basa en una idea de la NASA para alimentar a sus astronauta­s en misiones de larga duración

 ?? SOLAR FOODS ?? El producto es un polvo que es en un 80% proteína que se puede combinar con otros ingredient­es
SOLAR FOODS El producto es un polvo que es en un 80% proteína que se puede combinar con otros ingredient­es

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain