Federer también claudica
Tsitsipas da buena cuenta del suizo y disputará su primera final en su debut en el torneo
Roger Federer también claudicó en el Masters. Las finales de la ATP se quedaron sin el suizo tras ver como eran apeados anteriormente Rafa Nadal y Novak Djokovic. Stéfanos Tsitsipas (21 años) fue el encargado de mandar a la lona al helvético, que luchó contra un rival muy acertado y contra sus propios errores. El griego venció por 6-3, 6-4 en 1 hora y 36 minutos y se clasificó para su primera final en este torneo tras aprovechar sus oportunidades y jugar con más criterio los puntos decisivos. Como si el veterano fuese él y no Federer, que a sus 38 años cierra una temporada agridulce. Sólo transformó una de las doce bolas de rotura que tuvo. Una losa. Su campaña quedará marcada en su hoja de servicios por el título de Wimbledon que dejó escapar en aquel partido épico frente a Djokovic.
Buscaba Federer su undécima final en el Masters. Ahí es nada. Espoleado por el público londinense, el suizo entró con muchas ganas pero ya en el primer juego se dio una constante de todo el partido: el de las bolas de rotura dilapidadas. Tuvo
una de salida y la perdió. En cambio al siguiente juego Tsitsipas no perdonó y rentabilizó dos smashes fallados por Federer para dominar el marcador.
Ya nunca cedería el mando pese a que el suizo peleaba y peleaba. Pero alternaba puntos propios de su grandeza con pifias infantiles, especialmente con la derecha, golpe con el que cometió 17 errores no forzados. El drive del helvético era un sinvivir, le faltaba consistencia, ingrediente que nunca perdió el griego. Federer tuvo opciones de recuperar el equilibrio en la primera manga pero no pudo hacerlo. El noveno juego resultó fascinante. Tsitsipas necesitó siete bolas de set para adjudicárselo y Federer también gozó de opciones para seguir en la
Es la segunda vez en diez años que no están en la final ni el helvético ni Djokovic ni Nadal
brecha. El heleno se llevó el gato al agua tras un recital de golpes a un lado y a otro. Federer corría y hasta sudaba. Sin éxito.
El decorado mantuvo estas coordenadas después porque Tsitsipas volvió a romper el saque de Federer. Aquello tenía mala pinta para el favorito de la grada pero, por fin, pudo doblegar el saque del griego, ¡a la décima bola de break! Rugían los espectadores. Querían más espectáculo y que reaccionara Federer, que puso el 2-2 en el segundo set.
Sin embargo, con lo que le había costado romper el servicio de su adversario y al juego siguiente perdería nuevamente el suyo. Tsitsipas sólo necesitó cuatro pelotas de break para quebrar tres veces el saque de Federer. El partido estaba en manos del griego, que se impuso con un saque directo tras levantar dos nuevas bolas de rotura.
Federer no gozó de la lucidez de su partido frente a Djokovic. Entonces voló como un avión y en esta ocasión quedó frenado. Tsitsipas quiere convertirse hoy en maestro de maestros en su primera participación. Los tres clásicos han sucumbido en Londres. Es la segunda vez en 10 años que la final del Masters no cuenta ni con Federer, ni con Djokovic ni con Nadal. La otra fue en el 2017, cuando Dimitrov batió a Goffin. ¿Arrancará una nueva era?