Las JERC llaman a la desobediencia y rehúyen el “procesismo de vuelo corto”

Superadas las tres etapas electorales del 2019, Esquerra Republicana se prepara para afrontar el próximo 21 de diciembre su 28.º congreso nacional. Una cita para la que ya tiene preparada la ponencia que traza su hoja de ruta política y ante la que también se posicionan sus juventudes, las JERC, que ayer reunieron a su consejo nacional en Sarrià de Ter (Girona) para fijar las líneas básicas que, a su juicio, “debe seguir el independentismo republicano catalán en los próximos tiempos”.

En este sentido, las juventudes republicanas llaman a “abrir una etapa de liberación nacional que deje de lado la gesticulación y el procesismo de vuelo corto”, en una velada crítica al resto de los partidos. Es por ello que reclaman a las formaciones independentistas que “pasen de las declaraciones y las disputas a la acción política coordinada y masiva”. “Es esto lo que realmente da miedo al Estado”, argumentan.

El plan estratégico expone que el objetivo final “es la consecución de la república por cualquier vía democrática”, por lo que el documento anima a potenciar “la lucha antirrepresiva y a debilitar el poder de los estados –el español y el francés, señalan, tras los cortes de Tsunami Democràtic en la frontera– llevando a cabo acciones de lucha no violenta”. Un apunte subrayado en rojo después de los disturbios como respuesta a la sentencia del procés. Aquí las JERC ofrecen un abanico que va desde la protesta “clásica” hasta la “creación de alternativas a los poderes del Estado”, pasando por “la no cooperación” y “la desobediencia civil”, que reivindican.

Asumiendo como “inevitable” la confrontación con el Estado, las juventudes republicanas llaman a trabajar por un escenario favorable para hacer valer “la voluntad popular”. De este modo, por un lado prevén “la amnistía y el ejercicio del derecho de autodeterminación a partir de la movilización organizada en las calles” y, por el otro, apuestan por “una acción política republicana en las instituciones que haga políticas realistas y efectivas”. Es decir, el doble sendero por el que transita ERC.

El consejo nacional de las JERC detectó cinco carencias en cuyo ámbito el independentismo tiene aún camino por recorrer: complicidades internacionales, instituciones republicanas, calles, sindicalismo y movimiento estudiantil. Cinco áreas por “fortalecer”.

“En definitiva defendemos que debemos ser más y ser más fuertes para invertir la correlación de fuerzas frente al Estado”, resume el posicionamiento político del plan estratégico aprobado ayer por el consejo nacional de las juventudes republicanas.