OVNEW Una experiencia total en el Hesperia Barcelona Tower
No hay mejor lugar para disfrutar de la propuesta rupturista y transgresora de Jon Giraldo y Jaime Lieberman que el imponente espacio acristalado de OVNEW. El espectacular local, ubicado en la cúpula del Hesperia Barcelona Tower, que a principios de 2020 pasará a ser Hyatt Regency y que presume de unas vistas de excepción y de un interiorismo futurista e innovador que tan bien casa con la filosofía de los cocineros, quienes en esta ocasión plantean un viaje sensorial por la cocina ancestral de los cinco continentes.
En OVNEW, un proyecto conjunto de Spoonik y GIHSA, la gastronomía más inspiradora comparte protagonismo con la tecnología, el sonido 3D y la iluminación LED digital. Para dar lugar a este proyecto disruptivo y emotivo a partes iguales en el que han intervenido investigadores de sonido, desarrolladores de iluminación, nuevas tecnologías y efectos especiales, una producción musical al más puro estilo de los grandes montajes cinematográficos, y, por supuesto, una oferta gastronómica de alto nivel que explora el concepto de neurogastronomía. Esta filosofía transversal, que se palpa en todos los rincones de OVNEW, se basa en la idea de que las personas no comemos por un acto instintivo, sino por un juego en el que intervienen los cinco sentidos, la memoria, las experiencias, la educación, las emociones y las expectativas que nos genera un plato al enfrentarnos a él.
El emblemático espacio, diseñado por el arquitecto Richard Rogers, abrió sus puertas en 2006 como Evo, a cargo de Santi Santamaría, y cerró en 2012 tras el fallecimiento del chef. Tras siete años cerrado, la icónica cúpula con capacidad para 82 comensales volvió a abrir en 2018 para seguir rindiendo homenaje a la alta gastronomía, esta vez a través del particular genio de los inclasificables Giraldo y Lieberman. El local se sitúa en la planta 29 del Hesperia Barcelona Tower, a 105 metros de altura, está cubierto de barras de 120 puntos de LED digitales que se pueden programar de forma individual, así como de tecnología Sfëar, y cuenta con más de 60 altavoces que garantizan un completo efecto de luz y sonido.
Su propuesta gastronómica juega con conceptos como la sinestesia, que es, en palabras de los cocineros, “la sensación secundaria en una parte del cuerpo provocada directamente por un estímulo aplicado en otra”. A OVNEW conviene llegar, pues, con la mente abierta, el paladar a punto y los prejuicios bien lejos para disfrutar de una sucesión de estímulos visuales, musicales, sensoriales, incluso existenciales –y, por supuesto, gastronómicos– capaces de influir en nuestro estado anímico.
Porque la experiencia OVNEW trasciende con creces el acto de comer y supone una vivencia única en la que Giraldo y Lieberman nos cogen de la mano y nos proponen un paseo –literalmente, de hecho, ya que el recorrido nos lleva incluso al interior de la cocina del restaurante– por el recetario ancestral de los cinco continentes. A una suerte de travesía que es a su vez una obra de arte, una masterclass de historia de la gastronomía y una sinfonía perfecta –tecnológica, humana y sensorial–, capaz de trasladarnos de un plumazo a otras latitudes. La propuesta incluye, además, una oferta de maridaje deliciosamente underground, con más de 200 referencias de todos los rincones del planeta.