El ministro Escrivá avisa de que la economía necesita millones de inmigrantes
El titular de Seguridad Social cree que tienen que llegar 270.000 personas al año para asegurar la viabilidad del sistema público
El flamante ministro español de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se estrenó ayer en la escena internacional con un mensaje atrevido, de generosa apertura a la inmigración, que no todos quieren escuchar y que provoca fuertes polarizaciones políticas en muchos países. Durante una reunión en París de la Organización para la Cooperación y Desarrollo en Europa (OCDE), Escrivá insistió en su conocida tesis de que el flujo intenso y regular de inmigrantes legales favorecerá, en el caso de España, el crecimiento de su economía y garantizará la viabilidad de su sistema de pensiones.
“Europa tiene que recibir muchísimos más inmigrantes en los próximos años porque el envejecimiento de la población es algo que no se puede parar”. Así de contundente se manifestó el ministro, en un encuentro con corresponsales. Según él, “los millones de inmigrantes que llegarán a España y Europa en las próximas décadas” deben hacerlo “de modo legal y ordenado”, para poder integrarlos. “Habrá trabajo para todos en el horizonte a medio y largo plazo, sin duda”, dijo Escrivá cuando se le planteó si el mercado laboral podrá absorber una demanda tan elevada de empleos.
El ministro admitió que no en todos los países hay un consenso político suficiente para llevar adelante esta estrategia, si bien destacó que España se halla en mejor posición relativa que el resto. “Somos un país que tiene una actitud históricamente positiva respecto a la inmigración y eso favorece que se lleven a cabo políticas”, enfatizó. “España es uno de los países con mayor consenso –agregó–. Es una ventaja que tenemos y que debemos explotar. Espero que otros se muevan en nuestra dirección”.
Antes, en su discurso ante la conferencia de la OCDE, la primera de ámbito ministerial sobre migración e integración, Escrivá había argumentado que “la inmigración no es sólo un problema humanitario sino que es una oportunidad para nuestro crecimiento y para la sostenibilidad del sistema de pensiones”. El ministro citó –dando por buenos– los estudios de expertos que consideran que España necesitará una media de 270.000 inmigrantes anuales de aquí al año 2050 para contrarrestar el proceso de envejecimiento de la población.
El ministro explicó que en España convergen todas las formas de migración (la de origen, la de tránsito, la de destino, la estacional y la de retorno), por lo que el Gobierno está impulsando una visión integral de los movimientos migratorios, que va desde “el compromiso en la lucha contra las causas profundas de la salida de emigrantes de los lugares de origen a la plena inclusión de los emigrados en la sociedad española”. España no se plantea todavía aplicar el sistema de cuotas. Se está abierto a las experiencias de otros países para verificar cuáles son las que mejor funcionan y, en su caso, adoptarlas.
AJUSTE DE INGRESOS Y GASTOS “En la Seguridad Social española no debería haber un déficit significativo”
FLUJO ALTO Y CONSTANTE La necesidad anual media se estima en 270.000 personas cada año de aquí al 2050
MEJOR ESPÍRITU DE ACOGIDA “El consenso a favor de la inmigración es una ventaja que debemos explotar”
Respecto a las pensiones, Escrivá se declaró optimista sobre un pronto diálogo con la oposición para una puesta al día del pacto de Toledo. Uno de los compromisos principales a consensuar –e irrenunciable para el Gobierno– tendrá que ser la garantía indefinida de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas, para evitar situaciones como las vividas durante el gobierno de Mariano Rajoy.
Según el ministro, a veces se exageran los números y se transmite una inquietud desproporcionada sobre la viabilidad futura del sistema. A su entender, la reforma realizada en el 2011 es aún muy válida y no hay que modificar la edad acordada para la jubilación, sino simplemente vigilar que se está cumpliendo el objetivo fijado y la edad real de jubilación se acerca a lo previsto. Para Escrivá, en la Seguridad Social española, según funciona su régimen de contribuciones y prestaciones, “no debería haber un déficit significativo”. El problema es que “se ha sobrecargado con gastos” que no le corresponden y “privado de ingresos” que, en cambio, sí debería tener. Hay que corregir poco a poco estos desequilibrios para que las cifras cuadren. Esto debe suceder, en palabras de Escrivá, para “dar la tranquilidad” que se merecen a los pensionistas.
Sobre la derogación de la reforma laboral, estuvo prudente y dijo que “primero tenemos que hacer un análisis muy en profundidad de los efectos” que ha tenido. El ministro comentó que, en el foro de la OCDE, se empiezan a conocerse resultados firmes sobre la reforma laboral que se hizo en Alemania a comienzos de este siglo –por la coalición socialdemócrata verde que encabezaba el canciller Gerhard Schröder– y que eso puede influir en las decisiones que se tomen en España. En referencia a la reforma de Rajoy, estimó que “aunque haya podido tener algún efecto significativo sobre el desempleo a la baja, ha amplificado los efectos de desigualdad salarial y el impacto a la baja sobre los salarios”. “Hay que mirar todas las dimensiones de una reforma laboral, sobre el empleo, sobre los salarios y sobre la distribución de los salarios –previno–. En España no hay todavía evidencias firmes, porque no ha pasado suficiente tiempo. En este tema vamos mucho de oídas y lo que hay que hacer es mejorar nuestra evidencia porque la reforma tiene muchas dimensiones y cualquier generalización aquí es mala”.