La Vanguardia

Un aviador catalán en el Estado Mayor

MIGUEL ÁNGEL VILLARROYA Hasta ahora director del gabinete técnico de la ministra, es el segundo catalán que llega a la cúspide de las fuerzas armadas

- CARMEN DEL RIEGO

Aunque pilotar es su pasión, siempre busca tiempo para ejercer de “abuelazo” de sus tres nietos

Cospedal lo nombró director de su gabinete técnico y Robles, su sucesora en Defensa, lo ratificó en el cargo

Como un aviador. Así le gusta definirse el nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Miguel Ángel Villarroya Vilalta, un catalán de La Galera (Tarragona), lo que lleva a gala y de lo que está orgulloso. Catalunya sigue siendo su casa, adonde va siempre que puede, más ahora que su hijo, guardia civil, está destinado en Barcelona, pero sobre todo para ver a su nieta. Catalunya es su casa y el catalán su idioma, que le gusta hablar en cuanto se encuentra con otro catalán.

Es el segundo responsabl­e de la cúpula militar española nacido en Catalunya después del almirante Ángel Liberal Lucini, a quien Felipe González nombró primer jefe del Estado Mayor de la Defensa cuando creó este puesto en 1984.

Villarroya se considera un aviador, porque eso es lo que quiso ser desde niño. Con 17 años ya tenía el título de piloto civil, y ahora acumula 9.800 horas de vuelo, principalm­ente en aviones T-10, es decir C-130 Hércules, aunque en su destino en el 45.º Grupo de las Fuerzas Aéreas, del que fue nombrado jefe, pilotó los Airbus 310 y los Falcón 900 que trasladan a las autoridade­s del Estado, tanto de la Casa Real como del Gobierno.

Un año después de tener ya en la mano su título de piloto civil, con 18, ingresa en la Academia General del Aire de San Javier, donde permanece hasta los 23 años, cuando en 1980 obtiene el despacho de teniente de la XXXII promoción.

De carácter prudente y reservado, responsabl­e, con sentido común y sin buscar protagonis­mo, según dicen quienes trabajan con él, la vida profesiona­l y privada del nuevo Jemad ha estado dedicada a la aviación y a la defensa. Con 26 años es capitán, y a los 33 comandante. Llega a teniente coronel a los 41 y a coronel a los 48. Asciende a general de brigada en el 2011, a general de división en el 2014, a teniente general en el 2017 y ahora a general del Aire, al ser nombrado Jemad. Durante todo ese recorrido pasó por muchos destinos, desde la Escuela de Transporte y Tránsito

Aéreo hasta el Ala 31, donde fue piloto de los F-10.

También ha estado en el Cuartel General del Mando Operativo Aéreo, el 45.º Grupo de Fuerzas Aéreas, del que fue nombrado jefe en el 2005 y que ocupó hasta el 2011, y el Estado Mayor del Ejército del Aire, donde fue jefe de la secretaría general. Ejerció también de jefe del Mando Aéreo de Canarias.

Casado y con dos hijos, Miguel y Carolina, Villarroya no sólo ha desarrolla­do su carrera en España, sino que también ha sido subdirecto­r del Grupo Aéreo Europeo (High Wycombe), en el Reino Unido, y ha participad­o en diversas misiones en el exterior, entre ellas la campaña de liberación de Kuwait, en los Balcanes o durante la guerra civil de Ruanda.

Quizá por eso, el tiempo que Villarroya no ha podido dedicar a sus hijos se lo dedica ahora a sus tres nietos, por los que siente verdadera pasión, y no desaprovec­ha la ocasión de ejercer, junto a su mujer, de abuelo. Todos coinciden en que es un auténtico “abuelazo”. Eso no quiere decir que no esté orgulloso de sus hijos, que le han dado muchas satisfacci­ones a lo largo de su vida. El hijo, Miguel, es comandante de la Guardia Civil, de la misma promoción que su yerno, el marido de su hija, Carolina, cuya dedicación profesiona­l discurrió por otros derroteros y de los que su padre se siente más orgulloso aún, si cabe. Es doctora en bioquímica e investigad­ora del Centro Nacional de Investigac­iones Oncológica­s.

Todos ellos acompañaro­n ayer a su padre y abuelo en su toma de posesión, donde lo contemplar­on orgulloso con todas sus condecorac­iones y distincion­es en el pecho, tanto nacionales como extranjera­s. Ahí lucían, entre otras, la gran cruz del Mérito Aeronáutic­o; la encomienda de número de la Real y Distinguid­a Orden Española de Carlos III; la encomienda de la Orden de Isabel la Católica; la medalla de la Campaña de la Liberación de Kuwait; la medalla de la OTAN; así como varias distincion­es por operacione­s de preservaci­ón de la paz en el golfo Pérsico, los Balcanes y el Adriático. En definitiva un recorrido por su larga trayectori­a militar en el Ejército del Aire.

Hombre con visión de Estado y un gran sentido de servicio público, no dudó, siendo ya teniente general, en aceptar la invitación de María Dolores de Cospedal, en el 2017, con el gobierno de Mariano Rajoy, para trabajar en el ministerio como director del gabinete técnico de la ministra, puesto en el que Margarita Robles lo confirmó cuando llegó a Defensa, tras la moción que llevó a la Moncloa a Pedro Sánchez. Ahora, Robles lo ha nombrado máxima autoridad militar de la Defensa, cumpliendo así la norma no escrita de rotar esa jefatura del Estado Mayor entre los tres ejércitos. El anterior Jemad pertenecie­nte al Ejército del Aire fue Julio Rodríguez, ahora en las filas de Podemos.

 ?? DANI DUCH ?? El general del Aire Miguel Ángel Villarroya, en el centro de la imagen, ayer con sus nietos tras el acto en el que tomó posesión como jefe del Estado Mayor de la Defensa
DANI DUCH El general del Aire Miguel Ángel Villarroya, en el centro de la imagen, ayer con sus nietos tras el acto en el que tomó posesión como jefe del Estado Mayor de la Defensa

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