Los investigadores de Vall d’hebrón podrán dejar sus limitadas instalaciones
Salut reemprende la reforma del recinto con un nuevo edificio para el VHIR
La investigación de Vall d’hebron dejará sus d estrecheces. En septiembre empezarán las obras del nuevo edificio del VHIR, instituto en el que trabajan un millar de científicos distribuidos en 59 grupos dedicados al Parkinson, a enfermedades minoritarias, a la diabetes o a los ictus. Muchos de ellos, equipos punteros en la investigación europea. Pero amontonados en espacios minúsculos y, en gran parte, en construcciones provisionales desde hace 25 años.
Su nuevo edificio es el pistoletazo de salida de la reordenación del recinto de Vall d’hebron, que se pondrá en marcha este año tras el parón de los últimos dos. El plan lo anunciaron en mayo del 2017 el entonces vicepresidente Oriol Junqueras y el que era conseller de Salut, Toni Comín. El titular actual de la Vicepresidència, Pere Aragonès, y la de Salut, Alba Vergés, comunicaron ayer que se desencallaba el plan.
Y con este anuncio Aragonès daba por terminados los años de “austeridad impuesta” y comunicaba que los próximos presupuestos, a punto de quedar cerrados, apuntarán en esa dirección: “una economía para hacer avanzar el Estado de bienestar”, donde la administración pública actúe como “Estado emprendedor”.
Porque el nuevo edificio de investigación que tanto significa se podrá empezar a construir en septiembre gracias a que Economia ha aprobado un crédito interno de 17,3 millones de euros para completar el esfuerzo económico. La primera idea era levantar un tercio del proyecto, que costaba unos 15 millones. Con el retraso se ha ganado otra posibilidad: 34,8 millones y el edificio completo. La mitad del precio con el crédito de la Administración, que irá devolviendo en 15 años el propio VHIR con los recursos que genera. “Porque genera 20 veces lo que se invierte; tienen un potencial enorme”, reconoce la consellera Alba Vergés: “es absolutamente sostenible”.
Junto al crédito, el VHIR aportará de sus presupuestos 6,5 millones para la obra; los fondos Feder (los europeos de desarrollo regional), otros 6,5 millones; y los 4,5 millones restantes serán de aportaciones privadas, entre ellas, 3 millones de La Caixa.
Con esta inversión se pretende que sus científicos “trabajen en condiciones conforme a su talento”, en palabras de la consellera de Salut. Tanto Vergés como el vicepresidente Aragonès insistieron en que esa ciencia pegada a la medicina y los pacientes es uno de los pilares del futuro que se quiere para Catalunya.
“Medicina personalizada y de precisión”, concretó el director del VHIR, Joan Comella. Tendrán además última tecnología para terapias avanzadas, especialmente terapia génica, “será el primer centro público”, apunta Comella. Y contarán probablemente con un nuevo ciclotrón para diagnósticos in vivo con radioisótopos.
Pere Aragonès insistió en que este proyecto representa un modelo de futuro, una “economía de la vida, donde ser competitivo en talento, no en salarios bajos y precariedad”. Y recordaron que el presupuesto de Salut este año crecerá en 900 millones, algo más del 10% con respecto al último presupuesto aprobado, el del 2017. Algo más del 20% irá destinado a atención primaria y se calcula que este ámbito contará con 1.400 nuevos puestos de trabajo.
Entre ordenadores, muestras y carpetas se apretujan quienes estudian el papel de la neuromelanina en el origen de la enfermedad de Parkinson, o el de los lisosomas en la limpieza neuronal , o la neuroinflamación. Sólo en estos grupos de Parkinson, 20 investigadores en un espacio donde apenas se pueden mover cinco.
Aragonès anuncia el final de la “austeridad impuesta” y Salut, que los CAP contarán con 1.400 profesionales más