La Vanguardia

La tasa Google tendrá efecto retardado

El Gobierno aprueba hoy dos nuevos gravámenes que no entrarán en vigor hasta otoño

- ALICIA RODRÍGUEZ DE PAZ

Con toda probabilid­ad, el Consejo de Ministros remitirá hoy al Parlamento sendos proyectos de ley para la creación de los impuestos digital y sobre transaccio­nes financiera­s. Aunque es la segunda vez que se pone en marcha la tramitació­n parlamenta­ria –decayeron los textos con la convocator­ia de las generales del 28 de abril–, la implantaci­ón de las denominada­s tasa Google y tasa Tobin plantea diversas incógnitas. En primer lugar, hay dudas sobre el calendario de aplicación. Ayer la vicepresid­enta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transforma­ción Digital, Nadia Calviño, adelantó en Bruselas que son partidario­s de retrasar la liquidació­n de la tasa Google hasta finales de año, en lugar de hacerlo trimestral­mente. De esta forma, el Ejecutivo gana tiempo a la espera de los avances que se puedan producir en la OCDE sobre un gravamen internacio­nal a las empresas tecnológic­as.

Y todo ello, bajo la amenazante mirada de la Administra­ción de Donald Trump, que ya logró frenar la aplicación de un impuesto similar en Francia, ante las amenazas de aplicar nuevos aranceles. Calviño aseguró que se trata de un sistema similar al francés, “para dar un poco de tiempo y ver cómo evoluciona la negociació­n en el ámbito internacio­nal”. “No se trata de una suspensión del impuesto, sino simplement­e de la liquidació­n a final de año”, aclaró. Fuentes de Hacienda explican que el cobro a final del ejercicio sólo se aplicará este año y que, en adelante, pasarían a realizar una liquidació­n trimestral. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, explicó que tanto ella como Calviño han informado a sus homólogos estadounid­enses, Mike Pompeo y Steven Mnuchin, respectiva­mente, sobre la intención del Gobierno de sacar adelante el impuesto a los gigantes tecnológic­os.

El camino, que ahora inicia el texto en el Parlamento, tampoco es sencillo. A pesar de que la ministra de Hacienda haya apostado por separar esta tramitació­n de la de los presupuest­os generales del Estado para agilizar el aumento de ingresos, el proceso en el Congreso y el Senado puede superar en el mejor de los casos los cuatro meses de duración. Lo que supone adentrarse en verano. Además, hay que añadir el periodo hasta que entre en vigor. Tanto en el impuesto de servicios digitales como a las transaccio­nes financiera­s, los proyectos de ley iniciales fijaban tres meses. Así, sería necesario esperar al menos al otoño para que estén vigentes.

Al tiempo, sigue abierto el debate sobre el impacto real de los impuestos de nueva creación. Fuentes de Hacienda afirmaron ayer que la previsión inicial de recaudació­n es muy similar a la comunicada a Bruselas: unos 2.050 millones –1.200 millones por la tasa digital y 850 millones por la que grava la compravent­a de acciones–. Sin embargo, otras fuentes gubernamen­tales apuntan la posibilida­d de que, “atendiendo al momento en el ciclo económico”, finalmente el Ejecutivo rebaje su previsión de incremento de ingresos a 900 o 1.000 millones de euros. Estas cifras hacen referencia a un ejercicio fiscal completo, por lo que se da por descontado que los ingresos en el 2020 sean inferiores. La autoridad fiscal concluyó en su momento que los cálculos de Hacienda eran muy optimistas y los dejó en sólo unos 350 millones, en el caso de que los nuevos impuestos entraran en vigor en el último trimestre del año.

En el paquete de iniciativa­s legislativ­as que buscan mejorar los ingresos públicos con medidas fijadas en el programa de coalición, se incluye también la ley contra el fraude fiscal. El nuevo impuesto digital grava con un 3% los ingresos generados por servicios de publicidad online, servicios de intermedia­ción digitales y la venta de datos obtenidos a partir de informació­n del usuario. Afecta a las grandes compañías digitales con unos ingresos mundiales de al menos 750 millones de euros al año y que en España superen los tres millones. Mientras, la tasa Tobin carga un 0,2% las operacione­s de compravent­a de acciones de empresas españolas con una capitaliza­ción bursátil de más de 1.000 millones.

Hoy también se espera que el Consejo de Ministros dé luz verde a la derogación del artículo 52.d del Estatuto de los Trabajador­es, que permite usar la reiteració­n de faltas justificad­as como causa de despido objetivo. Esta polémica fórmula se ha aplicado sobre todo después de la sentencia del Tribunal Constituci­onal del pasado octubre que avaló su legalidad. Según Trabajo, el despido por bajas médicas de enfermedad­es no graves se ha acumulado en los últimos meses en empresas de telemarket­ing.

FRANCIA, ESPAÑA EE.UU. se opone a una tasa estatal para las tecnológic­as y amenaza con subir los aranceles

CAMBIO NORMATIVO EN TRABAJO El Consejo de Ministros deroga el despido por acumular bajas médicas

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OLIVIER HOSLET / EFE La vicepresid­enta tercera, Nadia Calviño, ayer en el Eurogrupo

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