El jefe de información de la Policía no logra apuntalar sus pruebas contra los Mossos
El mando insiste en la connivencia de los agentes de la Generalitat con el Govern
Con la declaración del comisario de información de la Policía Nacional Juan Manuel Quintela, que ayer respondió al interrogatorio de las defensas en el juicio contra la antigua cúpula de los Mossos d’esquadra en la Audiencia Nacional, el tribunal ya ha escuchado a los principales testigos de la acusación. Como ocurrió en su día con el teniente coronel Daniel Baena, el comisario tuvo dificultades en defender con pruebas las conclusiones que aparecen en los informes y documentos que la letrada Olga Tubau fue desgranando durante toda la mañana, aunque resultó más contundente que el guardia civil.
Constantemente a la defensiva e introduciendo en casi todas sus respuestas valoraciones que hasta en tres ocasiones le valieron el aviso de la presidenta del tribunal, Concepción Espejel, Quintela admitió desconocer que el mayor Josep Lluís Trapero tardó un año en jurar el cargo “porque una parte del sector independentista del Govern se opuso al nombramiento”, recordó su letrada. Tubau puso en evidencia que en los informes de Quintela sobre las motivaciones políticas del ascenso de Trapero se había obviado ese rechazo de la parte más independentista del Ejecutivo catalán.
También reconoció Quintela “no conocer”, y por eso no los incluyó en sus informes, artículos de medios que, como Abc o El Mundo, titularon “Los Mossos de Trapero acatarán la ley”, tras las advertencias del departamento de Joaquim Forn de que la policía catalana no acataría la figura del coordinador.
El testigo confirmó que envió a policías de información la noche anterior al referéndum para vigilar algunos colegios. Y que no hicieron nada para evitar la consulta, pese a que en ese momento tenían la misma instrucción de la Fiscalía de actuar. El comisario se defendió explicando que sus agentes se limitaban a inspeccionar los escenarios en los que actuarían al día siguiente, pero que eran los Mossos a los que volvió a recriminar “su pasividad” los que deberían haber “hecho algo” en esas horas previas a la abertura de los centros de votación.
Quintela acusó también a los Mossos de haber insistido en las reuniones de coordinación de que las manifestaciones serían “pacíficas”
cuando tenían informes propios que decían lo contrario. Pero no pudo aclarar por qué en el acta de la reunión del 28 de septiembre los Mossos hicieron constar el riesgo de altercados violentos y la Policía Nacional no hizo referencia.
El comisario aseguró que los Mossos actuaron en connivencia con el Govern reiterando que eran “la policía de la administración que organizaba el referéndum”. Tubau pidió concreción y le recriminó que esperaba más información de unos informes de inteligencia. El testigo puso como ejemplo la filtración de las pautas de actuación de los Mossos
que permitió a los organizadores montar barricadas con “niños, perros y gente en silla de ruedas”.
Tubau tomó el guante al vuelo y le preguntó cuán grave era entonces que se filtraran a la prensa los informes de la Policía sobre la documentación de los Mossos incautada en la incineradora antes de entregarlos al juzgado. Quintela lamentó el incidente, pero restó importancia a que se llegara a publicar las iniciales de un agente encubierto de los Mossos en una operación antiterrorista y admitió que, pese a ser una actuación secreta, las instituciones tenían conocimiento de ella.