España critica el presupuesto de la UE por “insuficiente” e “injusto”
González Laya arremete contra la propuesta presentada por Charles Michel
Insuficiente en su ambición e injusta en el reparto. Este es el diagnóstico negativo que hace España de la propuesta de presupuestos de la UE para los próximos siete años que formuló el viernes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. La encargada de hacer llegar el mensaje a Bruselas fue la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien, al llegar ayer a la capital comunitaria, lo primero que hizo fue lanzar el aviso: “No es para nosotros, en su forma actual, suficiente para llegar a un acuerdo”.
Las críticas españolas se centran tanto en el montante global como en la forma de distribuirlo. “Primero, es insuficiente en su ambición, nos parece que si queremos ser más geopolíticos también tenemos que reflejarlo en el presupuesto”, dijo González Laya al referirse al 1,074% de la renta nacional bruta de los 27 países que se ha fijado en esta propuesta. Va a la baja respecto a las dotaciones actuales a 27, pero aún es demasiado elevada para los denominados “frugales”, los contribuyentes netos del norte que exigen no pasar del 1%.
Esta será una de las batallas de la cumbre del jueves, pero otra se librará en cómo repartir estas cantidades, y aquí viene la gran objeción española, el recorte del 14% de los gastos agrícolas, más cuando en España se vive una radicalización de las protestas del campo, y el 12% en los de cohesión. La ministra lo explicitó con estas palabras: “No reconoce el papel de la agricultura como elemento de cohesión y como elemento fundamental para la transición ecológica”.
Este recorte en la agricultura, otros países lo justifican por la necesidad de financiar también nue“es vas políticas, como el cambio climático, la migración y la defensa. Menos fondos, porque la salida del Reino Unido, un gran contribuidor neto, ha dejado un agujero de más de 10.000 millones anuales, y objetivos adicionales dificultan llegar a un equilibrio.
injusta en su reparto, pensamos que no acaba de resolver los problemas de divergencia dentro de la Unión Europea que han ocurrido desde la crisis del 2008”, añadió la ministra completando la toma de posición española. Porque en el fondo, de eso se trataba, de pasar el mensaje y marcar el terreno para lo que será una dura negociación.
Michel intentó una propuesta equilibrada entre las reivindicaciones de los países del sur y el este, los denominados “amigos de la cohesión”, y las líneas rojas de los frugales ricos del norte. Después de dos semanas en que la gran mayoría de jefes de Gobierno pasaron por su “confesionario”, el presidente Pedro Sánchez incluido, formuló lo que será la base para la negociación del jueves. Una base que España no acepta tal como está formulada.
Tampoco le gustó la propuesta al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, que el mismo viernes la calificó de insuficiente. “Está muy lejos de lo necesario para financiar adecuadamente los viejos y nuevos programas”, dijo Sassoli.
En cambio, ayer la Comisión Europea hizo una balance positivo del planteamiento de Charles Michel, y lo calificó de “buen punto de partida”. Aunque esta propuesta queda muy lejos de lo que había planteado el Ejecutivo comunitario, que fijó un montante global del 1,11%, ayer sus portavoces destacaron positivamente que recoge su propuesta de destinar 7.500 millones de dinero fresco para el Fondo de Transición Justa, y que el 25% del total se destine a medidas que tienen relación con la lucha contra el cambio climático.
Otro elemento que gusta a la Comisión Europea es que la propuesta recoge dos nuevos recursos para financiar el presupuesto, una tasa de 0,8 céntimos por cada kilogramo de plástico no reciclado y una porción de los beneficios generados por el sistema europeo de comercio de emisiones (ETS).
“No reconoce el rol de la agricultura como elemento de cohesión y transición ecológica”