La economía italiana, otra víctima
La extensión del coronavirus amenaza con llevar al país transalpino, con más de 1.000 contagiados, al borde de la recesión
Las escuelas y universidades de varias regiones, sin alumnos. Las calles de Milán, vacías. Durante unos días hasta los bares tenían prohibido abrir tras las seis de la tarde. El Duomo ha reabierto, pero también estuvo jornadas con las puertas cerradas. El carnaval de Venecia, cancelado. Las ferias y congresos, pospuestos, entre ellos el Salón del Mueble de Milán, que cada año genera unos 350 millones de euros de beneficios. Varios partidos de fútbol, aplazados. Miles de reservas turísticas y vuelos, también suspendidos. La bolsa milanesa, en números rojos.
Otra de las víctimas de la extensión del coronavirus en Italia es su maltrecha economía. En un país con una de las mayores deudas de la Unión Europea, el daño que puede hacer el temor al virus en Italia es incalculable. Es el tercer país del mundo, por detrás de China y Corea del Sur, con más casos diagnosticados. Hasta ayer ya eran por lo menos 1.128 las personas contagiadas en Italia. Al menos 29 han muerto, todas ancianas o con patologías previas, anunció el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.
Pese a que todavía es pronto para imaginar el alcance del contagio en la economía italiana, el gobernador de la Banca de Italia, Ignacio Visco, ha advertido que el impacto podría suponer un 0,2% del Producto Interior Bruto (PIB). “Esto significa que el crecimiento sería de 0 en el 2020. Es una lectura conservadora”, avisa Nicola Borri, economista de la universidad Luiss Guido Carli de Roma.
“Todo depende del tiempo que dure esta epidemia. Si se alarga, podría ser peor”, avisa sobre la tercera economía de la zona euro, que corre riesgo de entrar en recesión.
El coronavirus no podría haber elegido peor víctima en Italia que la Lombardía (con más de la mitad de los casos) y el Véneto, donde se encuentran los dos focos de contagios, con once pueblos cercados y completamente aislados que han dado lugar a la mayor concentración de infectados. Ambas regiones suman un tercio del PIB italiano y representan un 40% de las exportaciones del país. Si la crisis se alarga hasta la primavera, ha dicho la mayor asociación de comerciantes, Confcommercio, las pérdidas podrían situarse entre 5.000 y 7.000 millones de euros. “Es como si hubiera habido un gran terremoto en una zona geográficamente muy específica”, explica Borri.
El turismo es indispensable para la economía italiana. Representa un 13% del total. Ha sido golpeado de lleno. Las cancelaciones en las ciudades más visitadas por el coronavirus son enormemente dañinas. En Milán la ocupación ha bajado del habitual 85% de lunes a jueves durante esta época del año al 10%. Significan unas 25.000 habitaciones vacías al día de diferencia. “Nuestras empresas están de rodillas –declara el presidente de Federalberghi, la asociación de hoteleros en Milán, Maurizio Naro–; sólo recibimos cancelaciones y cada día es peor. Las pocas reservas que llegan son para septiembre u octubre, pero ¿cuántos hoteles habrá después del verano?”. En Venecia la situación no es mucho mejor. Ya tocada por la histórica inundación del pasado noviembre, la ciudad de los canales ha perdido un 40% de las reservas.
El Gobierno italiano, preocupadísimo por estos datos, dio un giro a su gestión de la crisis a mediados de semana y empezó una campaña para generar tranquilidad en el extranjero. Además, ha cambiado la manera de contar los contagiados –ahora ya no se incluyen a los curados y a los fallecidos, como al principio, lo que rebaja la cifra aparente de casos– y sólo se hacen pruebas a quienes presentan síntomas. El Ejecutivo prevé medidas urgentes para ayudar a los municipios más afectados,
El Juventus-inter y otros cuatro partidos que tenían que jugarse a puerta cerrada, aplazados hasta mayo
como la suspensión del pago de las facturas de la luz y del gas, basuras y moratorias de las hipotecas tanto a los vecinos como a las empresas en los once municipios de la zona roja.
Ayer también se supo que el duelo Juventus-inter (el clásico de Italia) que tenía que jugarse mañana a puerta cerrada ha sido aplazado hasta el 13 de mayo, así como otros cuatro partidos de la jornada de este fin de semana de la Serie A. También se ha decidido que las aulas de la Lombardía, el Véneto y la Emiliaromaña permanecerán cerradas por lo menos hasta el 8 de marzo, mientras que los alumnos del resto de regiones podrán ir a clase con normalidad.