Francia prohíbe encuentros de más de 5.000 personas en lugares cerrados
Francia está adoptando medidas cada vez más estrictas para tratar de frenar la epidemia del Covid-19, que ya ha llegado a los cien casos después de los 43 nuevos diagnósticos conocidos ayer. Algunas de las medidas son decisiones del Gobierno, de ámbito nacional, como la de prohibir las concentraciones de más de 5.000 personas en lugares cerrados. Otras las toman instituciones, como la diócesis de París, que ordenó a los sacerdotes que no den la comunión en la boca durante la eucaristía y que vacíen las pilas de agua bendita para evitar el contagio.
La prohibición de grandes aglomeraciones en recintos cerrados afectó al Salón Internacional de la Agricultura de París, el más importante del mundo en el sector, que se vio obligado a cancelar su última jornada, hoy, y a cerrar prematuramente sus puertas. También están en el punto de mira los eventos al aire libre, según el lugar y las circunstancias, aunque con criterios difícilmente comprensibles. Mientras los partidos de fútbol se mantienen de momento, se canceló la media maratón de París, hoy domingo, el próximo carnaval de Annecy y una feria inmobiliaria en Cannes.
Después de un Consejo de Ministros extraordinario, el ministro de Sanidad, Olivier Véran, dio la nueva cifra de casos de coronavirus desde el inicio de la crisis: 73 hasta las 13 horas de ayer, 16 más que el día anterior.
Algunas de las medidas plantean ciertas incoherencias. El confinamiento de las personas que proceden de zonas de riesgo, como el norte de Italia, ya no se considera necesario. Lo mismo para los niños que pasaron las vacaciones de invierno en el país transalpino. La consigna era hasta ahora que no fueran a la escuela durante 14 días. Eso se ha revocado y a partir del lunes podrán volver a clase. Los procedimientos más restrictivos, con cierre de escuelas incluido, sí se aplicarán a los focos principales de infección, como el departamento de Oise, al norte de París, y una localidad de Alta Saboya, La Balme-de-sillingy.
A preguntas de los periodistas, Véran confirmó que se desaconseja a la gente dar la mano para saludarse o besarse. El ministro insistió, con todo, en que el Gobierno quiere adoptar las medidas de manera proporcional, preservando al máximo posible las actividades esenciales de la población, como el transporte o las relacionadas con la vida laboral.
Aunque no se ha llegado al extremo de Italia, donde se cerraron las iglesias en las áreas más infectadas, la diócesis de París emitió un comunicado ordenando a los sacerdotes que no den la hostia en la boca durante la comunión, sino con la mano, y que no ofrezcan el cáliz para beber. También deben vaciarse todas las pilas de agua bendita. A los fieles se les ruega que no se estrechen la mano al darse la paz durante la misa. Estas medidas se han tomado por precaución y después de saberse que un cura llegado de Italia ha dado positivo por el coronavirus.