¿Se puede regenerar una lesión de médula espinal?
En España cada año se producen mil nuevos casos de lesiones medulares, casi la mitad de los cuales se deben a accidentes de tráfico. Estas lesiones, que tienden a afectar sobre todo a gente joven, suelen tener consecuencias graves e irreversibles, que van desde dolor crónico hasta parálisis. A pesar de los esfuerzos en investigación, por el momento no existen tratamientos curativos.
Los mamíferos no somos capaces de regenerar la médula espinal lesionada, a diferencia de animales como el pez cebra, que “puede tener una lesión muy grave y una semana desmecanismos pués estar nadando completamente recuperado”, explica Leonor Saúde, investigadora del Instituto de Medicina Molecular (IMM) de Lisboa, líder de un proyecto para estudiar los de regeneración de tejidos.
“Si logamos entender qué ocurre en la médula del pez cebra, podremos activar ese mismo mecanismo en el ratón y, en el futuro, ayudar a los humanos a recobrar sensaciones y funciones motoras tras una lesión”, añade.
Junto a su equipo han descubierto que, para restaurar movilidad y sensibilidad, el pez cebra tiene un mecanismo de estimulación de las células que rodean la lesión, que facilita que los nervios crezcan y se reconecten de nuevo. En ese mecanismo desempeña un papel clave la senescencia celular, un proceso de muerte celular programada que está asociado al envejecimiento y la supresión de células cancerosas.
Al parecer, el pez cebra acumula células senescentes en la zona lesionada que, una vez reparada, desaparecen. En el ratón, en cambio, estas células aumentan con el tiempo, lo que podría impedir el proceso de recuperación. De hecho, en experimentos con ratones en que eliminaban esas células senescentes, los investigadores observaron que los animales recuperaban parte de la movilidad, aunque no se curaban por completo.