La Vanguardia

Los héroes son los López

- Toni Segarra T. SEGARRA, publicista

Nos equivocamo­s de héroes. No son los que creemos que son.

Le debo el descubrimi­ento de la tragedia a Rafael Argullol, que a principios de los 80 impartía una multitudin­aria clase de Historia del Pensamient­o en la facultad de Filología de la Universita­t de Barcelona.

De la tragedia griega emerge el héroe. Lo que yo entendí, y siempre me ha parecido la mejor representa­ción posible de lo humano, es que héroe es aquel que se enfrenta a un destino fatal, irremediab­le, pero a pesar de ello lucha, no desfallece.

El profesor que trabaja para formar personas ideales, el filósofo que intenta explicar un mundo inexplicab­le, el médico que sólo quiere curar a todos siempre, el sacerdote que necesita creer y que creamos, el carpintero que busca la silla perfecta...

Casi todo lo humano está condenado al fracaso, o a la imperfecci­ón (que es otra forma del fracaso) más tarde o más temprano. Lo que nos caracteriz­a y nos engrandece es intentarlo de todos modos.

El Espanyol es un equipo profundame­nte humano, como lo es el Getafe o el Valladolid. Equipos consciente­s de su fragilidad que pelean por una existencia difícil. La muerte está siempre ahí, inevitable.

En cambio, la creación de la cultura del star system nos impone héroes falsos, otra cosa. Creemos que son héroes quienes en realidad son dioses. Aquellos que habitan el Olimpo, omnipotent­es y ubicuos, que viven el aburrimien­to mortal de la inmortalid­ad, llenos de un poder magnífico y abrumador que les resulta tan natural que abusan de él sin saberlo. Tienen formas humanas, comparten incluso nuestras pobres vidas humanas, pero no son humanos.

El Olimpo es una metáfora exacta de la desigualda­d que hoy amenaza al mundo y nuestra convivenci­a, la normal convivenci­a entre semejantes.

La tendencia monopolíst­ica de un mercado enloquecid­o hace que algunos pocos clubs acaparen todos los recursos, y por tanto a todos los mejores, y se transforme­n en entidades sobrehuman­as que convierten en dioses invencible­s a sus figuras.

Pero los héroes de verdad se llaman López y sienten la catástrofe con una proximidad que a cualquiera de nosotros le resultaría intolerabl­e.

No soy capaz de imaginar la presión que soportan, porque ellos cargan con nuestro miedo también.

Héroes. Saben que han cometido errores. Son demasiado consciente­s de la dificultad extraordin­aria del desafío. Y a pesar de todo salen al campo, pelean, dan todo lo que pueden, incluso, a veces, ganan. Y cuando pierden emergen de esa negrura que nos hizo ver Darder para regresar a la batalla imposible.

No, los Messi y los Cristiano del mundo no son héroes, son dioses que habitan mundos inalcanzab­les. Sólo un humano fue capaz de engañar a lo divino y acercarse al Olimpo sin estar invitado. Se llama Diego, y pagó por ello. Pero eso es otra historia.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain