Klobuchar y Buttigieg abandonan y liberan espacio para Biden
Catorce estados votan hoy en las primarias del Partido Demócrata de EE.UU.
Carolina del Sur ha sido letal para las aspiraciones presidenciales de varios candidatos que insistían en disputar el liderazgo del centro demócrata al veterano Joe Biden. Tras la retirada del empresario Tom Steyer el sábado y el exalcalde Pete Buttigieg el domingo, ayer fue la senadora Amy Klobuchar quien puso fin a su campaña.
La presión del Partido Demócrata para que dejaran libre ese espacio ideológico al exvicepresidente, protagonista de una victoria decisiva en el estado sureño, ha empezado a funcionar en un momento clave del calendario de las primarias, el supermartes. Hoy votan, de golpe, un total de 14 estados, entre ellos Minnesota, donde
Klobuchar se arriesgaba a sufrir una humillante derrota en casa frente a Sanders, que parte como favorito en muchas de las carreras de la jornada. Esta perspectiva, aunque aún más clara en su caso, no ha disuadido de momento a la senadora por Massachusetts y exprofesora de Harvard Elizabeth Warren, a quien las encuestas sitúan muy por detrás de Sanders en este su estado de adopción.
Diseñada originalmente en los años ochenta para facilitar la elección de candidatos de perfil moderado al dar voz en un momento temprano del proceso al electorado del sur, más conservador, el supermartes de este año se presenta lleno de incógnitas. La permanencia en la carrera –hasta ayer– de un amplio abanico de candidatos centristas había impedido consolidar una alternativa clara al socialista de Vermont y no está claro hasta qué punto Biden podrá recuperar el tiempo y el espacio perdidos.
La retirada in extremis de tres candidatos ayuda a despejar este espacio ideológico y permitirá poner a prueba la teoría de los carriles ideológicos. Es decir, si la caída de uno o varios candidatos que transitan por determinado carril ayuda a aglutinar ese voto en un solo aspirante y si, en este caso, sirve para reforzar a Biden y cerrar el paso al líder del sector izquierdista del partido, el senador Sanders.
Presionando a los candidatos para despejar cuanto antes la carrera, el Partido Demócrata parece haber sacado algunas enseñanzas de las primarias republicanas del 2016 cuando la teoría de los carriles no funcionó. Como ahora, también entonces había una cifra récord de candidatos y sus rivales se resistían a tirar la toalla mientras tuvieran dinero para seguir compitiendo. Ted Cruz, Marco Rubio... Todos estaban convencidos de que la candidatura de Donald Trump colapsaría y si ellos seguían ahí tendrían posibilidades de hacerse con la nominación.
Ya se sabe cómo acabó la historia. El más improbable e impensable de los candidatos republicanos
La renuncia de tres candidatos refuerza a Biden frente a Sanders y probará la teoría de los carriles ideológicos
nunca cayó y fue él quien creció cuando otros se retiraron para finalmente ser proclamado candidato en la convención de Cleveland (Ohio). A partir de hoy se verá si el senador Sanders va a seguir replicando la trayectoria de Trump (tampoco a él le tomaron en serio como rival al principio de la carrera, también él ha ido creciendo mientras los demás se peleaban entre sí o se disputaban unos pocos puntos) o si, por el contrario, la carrera se abre y evoluciona realmente hacia un pulso a dos, con Biden, que es lo que se esperaba al principio, con un final incierto.
Los malos resultados obtenidos en Iowa, Nuevo Hampshire y Nevada han penalizado en los sondeos nacionales al exvicepresidente, que se ha encontrado con muy poco margen de tiempo para capitalizar su victoria en Carolina del Sur. Mientras el resto se recorrían el país para, si no ganar, al menos arañar unos pocos delegados en todas partes y resistir un tiempo más, él se volcó en su querido estado sureño. La renuncia también de Klobuchar mitiga el riesgo para el exvicepresidente de que los simpatizantes que se han quedado huérfanos de líder en las últimas horas se repartieran entre varias candidaturas, aunque sigue teniendo otros problemas.
El empresario y exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg se lanza hoy a la carrera presidencial y rivalizará con él por el espacio del centro. Si decidió presentarse a última hora fue porque decía que no veía a nadie capaz de vencer a Trump (o de frenar a Sanders), pero después de su desastrosa actuación en el debate de Las Vegas su candidatura parece mucho menos impresionante y su ascenso en los sondeos se ha frenado en seco. A estas alturas, su candidatura podría hacer más mal que bien al objetivo de presentar un candidato centrista. Biden promete “restaurar el alma del país”, hacer que las cosas vuelvan a ser como antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca. Pronto se verá si puede la nostalgia o el deseo de una revolución sanderista.