Rivera vuelve al origen entre focos
El exlíder de Ciudadanos será presidente ejecutivo de Martínez-echevarría Abogados
Han pasado tres meses y 20 días desde que Albert Rivera dejó la política. El exlíder de Ciudadanos reapareció ayer en la escena pública en una rueda de prensa inusual, rodeado de cámaras y de redactores para anunciar que vuelve a sus orígenes, al derecho. Lo hará de la mano de un bufete malagueño, Martínez-echevarría Abogados, que está en pleno proceso de expansión. La firma tiene oficinas en Andalucía, Madrid y Portugal y quiere tener presencia en las principales ciudades de toda España.
Con su imagen, Rivera tratará de ser el artífice de ese crecimiento, y la prueba es la escenografía que ayer preparó para anunciar su nueva etapa fuera de la política, algo que habitualmente se resuelve con un comunicado.
Para desempeñarse en su nueva función, cuenta con su experiencia en la política, con su capacidad para gestionar equipos, con una completa agenda y con buen ojo para hacer fichajes. Martínez-echevarría quiere ampliar su plantilla, que ahora es de 130 abogados, con graduados jóvenes, y Rivera se encargará, como nuevo presidente ejecutivo y socio de la firma, del proceso de selección.
Recupera así una profesión que dejó en el 2006, cuando el tripartito formado por PSC, ERC e ICV gobernaba en Catalunya y un grupo antinacionalista surgido de la sociedad civil decidió dar el salto a la política. Celebró un congreso y eligió a su líder de una forma atípica, el primero de una lista elaborada por orden alfabético. Rivera encabezaba ese listado, y en pocos meses se convirtió primero en presidente de Ciutadans y después en el diputado más joven del Parlament.
En las elecciones catalanas de ese año, Ciutadans consiguió tres diputados y Rivera pidió una excedencia de su puesto en la asesoría jurídica de La Caixa, una plaza que había logrado tras pasar unas oposiciones y después de haberse licenciado en Derecho en Esade. Ha pasado 13 años en la política. Su carrera ha sido fulgurante.
Dio el salto a Madrid, durante meses las quinielas le situaban como futuro presidente del gobierno y su partido llegó a ser en abril de 2019 la tercera fuerza política española al lograr 57 escaños en el Congreso en las elecciones generales.
Pero ese ascenso se torció en noviembre con la repetición electoral.
El empeño de Rivera de tomar el relevo del PP para convertirse en referente del centroderecha provocó varias fugas de los socialdemócratas del partido y más tarde ocasionó un batacazo electoral histórico. Ciudadanos pasó de 57 a diez escaños, se dejó 47 diputados en el camino y Rivera sólo tardó un día en asumir los errores y dimitir.
“Estoy más feliz en mi nueva vida”, aseguró ayer ante los numerosos periodistas que fueron citados a la rueda de prensa en la que anunció los detalles de su futura vida profesional. Lo hizo “orgulloso” y “sin renegar” de sus años al frente de Cs, pero también convencido de que su compromiso con la vida política es cosa del pasado, porque con su nuevo bufete ha firmado “por contrato” para “varios años”. “Mi retorno al derecho me hace feliz y no será cosa de un cuarto de hora”, afirmó.
Rivera inicia también una nueva vida personal. En unos meses será padre otra vez –tiene una hija de una relación anterior– con la cantante Malú. “Empiezo una nueva etapa también en lo personal. En el despacho me darán espacio para que tenga la oportunidad de ser un buen padre y una buena pareja. Me hace mucha ilusión cambiar pañales”, explicó el expolítico, que pretende compaginar esa vida familiar y las responsabilidades de su nuevo cargo como presidente del bufete con la participación en foros internacionales, conferencias y la docencia.
El expolítico se muestra muy “ilusionado” con su futura paternidad y deseoso de volver a “cambiar pañales”