Biden pone la directa
Joe Biden está a un paso de conseguir la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre. El exvicepresidente de Obama se perfila como el indiscutible favorito tras ganar a Bernie Sanders en cuatro de los seis estados –Michigan, Misuri, Misisipi y Idaho– que celebraron primarias el pasado martes. Aunque ambos candidatos cancelaron sus mítines en Ohio debido a la crisis por el coronavirus, Biden tendió por primera vez la mano a su oponente al afirmar que “compartimos un objetivo común y, juntos, derrotaremos a Donald Trump”. Desde que ganó las primarias en Carolina del Sur, Biden ha protagonizado una remontada histórica que se materializó en el supermartes y continuó anteayer, con un importante triunfo en Michigan, donde hace cuatro años se impuso Sanders. Además Biden ganó por casi 15 puntos, lo que indica que su popularidad ha tocado techo mientras que Sanders no ha logrado atraer a los votantes de clase trabajadora de ese estado, pese a que ha mantenido el voto de los jóvenes.
Biden ha asestado un golpe crítico a las aspiraciones de su rival, cuyas posibilidades se han ido evaporando. Aunque aún quedan la mitad de los estados por votar, el desenlace de esta carrera electoral parece cada vez más claro. Los dos próximos estados en ir a las urnas, Illinois y Florida, son claramente favorables a Biden, lo que ofrece pocas posibilidades de remontada a su oponente. Además, el hecho de que Biden haya recibido el apoyo de la mayoría de los candidatos que se han retirado le ha permitido aglutinar el voto centrista, que se suma al elector afroamericano, entre el cual el exvicepresidente está demostrando tener una gran fuerza.
Sanders, pese a no haber aumentado su base electoral, es un hombre obstinado y de fuertes convicciones, y aunque algunos se preguntan si tirará la toalla para facilitar que los demócratas ofrezcan una imagen de unidad para intentar derrotar a Trump, no parece probable de momento que lo haga e incluso sigue acusando al establishment del partido de alinearse contra él.
La campaña de Biden, que aboga por una plataforma tradicional demócrata con reformas legislativas de centro, ha dado un giro espectacular en dos semanas, pasando de estar al borde del colapso a convertirse en el máximo favorito a la nominación. Habrá que ver hasta qué punto la crisis del coronavirus altera la agenda electoral de los candidatos e incluso si obliga a anticipar el final de la campaña, pero Sanders lo tiene muy difícil para alcanzar a su rival y quizá sólo pueda impedirle llegar al número de delegados necesarios para lograr la nominación antes de la convención, aunque Biden llegaría con una clara mayoría.
Biden y Sanders se enfrentarán el domingo en un debate televisado sin público. Probablemente será la última oportunidad para el senador por Vermont, que tiene una capacidad dialéctica superior a la de Biden y que sin duda usará para intentar revertir un desenlace que parece decantado a favor del exvicepresidente.
El exvicepresidente se acerca a la nominación demócrata tras superar a Sanders en el ‘minimartes’