Así es la cuarentena del Barça
Como cualquiera de los clubs españoles y europeos dedicados al fútbol o a cualquier otro deporte, el FC Barcelona, entidad polideportiva por antonomasia, se ha visto obligado a bajar la persiana debido a la pandemia del coronavirus. La dimensión de la entidad blaugrana y la repercusión que suscita todo lo que allí se hace, en correspondencia a sus millones de seguidores, convierte en especial su caso. Todos los equipos, profesionales y formativos, parados. La agenda de la directiva, congelada. Estas son las consecuencias de la cuarentena.
PAÑUELOS Y REFERÉNDUM
El coronavirus todo lo eclipsa y relativiza. Los problemas empequeñecen ante su gravedad. El Barcelona era un club en combustión antes de estallar la crisis sanitaria. Se sucedieron las pañoladas de desaprobación a la gestión de Josep Maria Bartomeu en los dos últimos partidos disputados en el Camp Nou y había gritos pidiendo la dimisión del presidente. Las causas de la protesta respondían a un cúmulo de circunstancias pero el detonante fue la revelación del llamado Barçagate, que involucraba a la junta en la financiación de una empresa que, con la excusa de analizar la opinión de las redes sociales respecto al Barcelona, había creado cuentas que insultaban a jugadores, exjugadores y opositores. La directiva reaccionó encargando una auditoría externa para purgar las responsabilidades y más tarde fue desvelada por La Vanguardia la intención de convocar un segundo referéndum antes del final de la temporada para someter al criterio del socio la continuidad del Espai Barça, cuya fórmula de financiación respecto al 2014 ha cambiado radicalmente. Este lunes ambas situaciones debían estar sobre la mesa de la junta directiva: la resolución de la auditoría y la fecha del referéndum. No será así. Los efectos del coronavirus retrasan sine die esa reunión programada y también condicionan que se celebre el referéndum tal y como se había ideado, aprovechando un partido de Liga para convocar a cuantos más socios mejor. La directiva, involuntariamente, ha ganado tiempo y margen.
La pandemia pasó por delante de todo a partir del lunes pasado. El club, a través de una comisión creada especialmente, comandada por el director general Òscar Grau y supervisada por el presidente, se ha ido reuniendo con las consejerías de interior, sanidad y deportes de la Generalitat. La obsesión principal ha sido preservar la salud de los deportistas y los empleados y, más que nunca, predicar con el ejemplo dando visibilidad a cada una de las medidas tomadas, conscientes desde el Barça de la tremenda repercusión pública de la entidad.
Con el teletrabajo ya funcionando de forma mayoritaria (el ecosistema blaugrana supera los mil trabajadores), Bartomeu vive ahora conectado con Laliga, la UEFA y la ECA para sostener una industria, la del fútbol, que camina sobre arenas movedizas. Cómo reducir el impacto económico y resolver el calendario (¿cuándo se retomarán la Liga y la Champions, si es que se pueden reiniciar?), son las cuestiones a resolver. Las soluciones dependen del comportamiento de un virus desconocido. /
LOS DEPORTISTAS, EN CASA
En pleno fragor de la temporada, codo con codo con el Real Madrid en la Liga y pendiente de disputar la vuelta de octavos de la Champions ante el Nápoles, el Barça afronta el parón forzoso con deberes físicos para sus futbolistas en sus domicilios. Se han llevado a casa un plan detallado y personalizado de ejercicios para intentar no perder el tono. Los técnicos y los preparadores físicos tendrán que recurrir a la tecnología para evaluar los datos que les vayan llegando de los jugadores. En este sentido hace años ya que los barcelonistas, y los futbolistas de otros equipos, trabajan con chalecos conectados vía GPS. Unos chalecos que ofrecen indicadores del trabajo diario. En idéntica situación se encuentran los deportistas de todas las secciones masculinas y femeninas del club.
Pese a todos las medidas tomadas, a nadie escapa que el no poder entrenarse con balón de manera colectiva perjudica el ensamblaje que ha pretendido conseguir, con vaivenes, el técnico, Quique Setién. Los automatismos que se hayan podido conse
guir desde que llegó al banquillo el cántabro van a quedar en cierta medida oxidados irremediablemente. Les pasará también a todos los equipos aunque afectará más a aquellos que están en fase de conjunción.
Desde otro punto de vista el aplazamiento de los partidos puede tener su lado beneficioso. El Barça podrá recuperar a un futbolista que acababa de incorporarse al grupo tras su última lesión, Sergi Roberto, y a otro como Arthur que se está tratando con factores de crecimiento por un problema en el tobillo. Además, jugadores con muchísimo desgaste encima y que ya son veteranos como Lionel Messi, Gerard Piqué o Sergio Busquets se toman un respiro tras ir al límite en los últimos partidos. Es posible que regresen con más piernas. También Frenkie de Jong, un poco atascado ante tanto cambio de posición, puede reflexionar sobre su juego en los últimos días y volver al césped con bríos renovados. Asimismo, gana tiempo Luis Suárez para ir quemando etapas en la recuperación de su lesión de rodilla. Si cuando se operó se calculó que, como mucho, llegaría para las dos últimas jornadas de Liga se podría dar el caso de que estuviera disponible para más partidos. Aunque eso, tal y como está ahora el patio, es imposible de predecir. /