Comercios e industria echan el telón con pérdidas
Las empresas temen el coste de una crisis de duración incierta
España semiparalizada. El anuncio de situación de estado de alarma decretado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a provocar que muchos sectores económicos y empresariales echen el cerrojo los próximos días. El primer paso fue que la gran empresa envió a sus empleados de servicios generales a trabajar a casa, pero cada día que pasa la situación se convierte en más complicada y la gran industria también se está planteando parar la producción unos días por falta de suministros. Las decisiones cambian cada segundo. El Corte Inglés, por ejemplo, el jueves anunció que reforzaba sus servicios de limpieza y sólo un día después comunicó que cerraba sus centros de Madrid y el País Vasco, salvo la zona de hipermercados y supermercados. De igual forma, Repsol anunció que gran parte de sus 3.400 gasolineras pasa a ser de autoservicio para evitar contagios y sólo una persona despachara desde la ventanilla.
Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) empiezan a llegar a las distintas administraciones y a lo largo de la semana irán a más. La Vanguardia repasa los sectores económicos más afectados y destaca actuaciones de compañías que ya han tomado decisiones relevantes por el coronavirus.
Automoción
Seat, Nissan y Renault ya han anunciado que paran su producción a partir del lunes por falta de suministro. Seat ha planteado un ERTE para 10.500 empleados y Nissan para 3.000. En Vitoria, otras de las ciudades más afectadas por el coronavirus, Mercedes comunicó a sus empleados que el lunes estará operativa, pero la decisión podría variar a lo largo del fin de semana. Michelín, la otra gran empresa del sector automovilístico ubicada en la capital alavesa, no se ha manifestado. Un experto de la industria auxiliar vasca de la automoción destaca que el problema no es echar el cerrojo, sino “cuándo podrán arrancar de nuevo sin problemas”.
Turismo
El sector del turismo es otro de los grandes perjudicados por la pandemia del coronavirus. La crisis puede afectar a alrededor de 350.000 empleos del sector turístico y de viajes en España, que a cierre del 2019 contaba con algo más de 2,7 millones de puestos de trabajo y representa algo más del 14% del PIB en España, según cálculos de el Consejo Mundial de Turismo y Viajes (WTTC por sus siglas en inglés). Las aerolíneas, aunque no se ha cerrado el espacio aéreo aún, han visto cómo sus reservas disminuyen notablemente y ya han planteado expedientes de regulación de empleo, cuyas condiciones se negociarán la próxima semana. Iberia, con 16.500 empleados, informará la semana que viene la cifra de afectados; mientras que Air Europa y Norwegian, ya han anunciado que sus ajustes afectarán a 3.000 y 2.200 empleados, respectivamente. La prohibición de entrada de cruceros en las costas españolas es otro de los sectores que perjudicará a los ingresos de las ciudades marítimas y los puertos españoles. El real decreto aprobado ayer obliga a las empresas de autobuses, trenes y aerolíneas a reducir como mínimo un 40% la venta de billetes. Incluso en la venta online de billetes de avión y tren tendrá que figurar que “se desaconseja viajar, salvo por razones inaplazables”. Y para garantizar las distancias, cuando el billete otorga plaza sentado, “sólo se podrán poner a la venta un tercio de las plazas máximas disponibles”. Además, algunos municipios costeros, como Cullera
en la Comunidad Valenciana, cerraron ayer sus playas para evitar contagios.
Comercio
El sector de comercio va a ser de los más afectados. Desde ayer, en algunas comunidades, como Catalunya, Madrid y el País Vasco, se decretó echar el cerrojo en bares, discotecas, tiendas de moda, peluquerías, centros comerciales... todo salvo supermercados, farmacias, gasolineras, quioscos y estancos. Después, el real decreto especificó más de 70 tipos de locales: desde casinos a parques acuáticos, pasando por casetas de ferias. Algunos grupos como Apple anunciaron que cierran sus tiendas de todo el mundo, salvo China. De igual forma, Fnac anunció ayer que cierra todos sus establecimientos de España. En el País Vasco se está planteando abrir durante dos horas más los súpers para evitar las aglomeraciones, tras la alarma de la sociedad por el posible desabastecimiento de alimentos.
Hostelería
El cierre de bares y restaurantes va a hacer mucho daño al sector de la hostelería, compuesto por 315.000 establecimientos y cerca de 1,7 millones de empleo. Representa más del 6,2% del PIB, con 123.600 millones de euros. La caída de actividad va a provocar cierres y expedientes temporales de regulación de empleo, por lo que el sector reclama ayudas para no perder tejido productivo. Se van a producir situaciones paradójicas, como que en el emblemático Mesón de Cándido de Segovia se deje de servir cochinillo por primera vez en su 124 años de historia.
La situación es tan crítica que, en Madrid, la cadena de hoteles Room Mate Group y el Gran Hotel Colon de la cadena Ayre han ofrecido sus instalaciones para reconvertirlas en hospitales.