Irán libera temporalmente a 85.000 presos para contener la propagación
Irán, el tercer país del mundo más golpeado por la pandemia, ha liberado temporalmente a 85.000 presos de sus cárceles para limitar la propagación del virus, anunció ayer el portavoz de justicia, Golamhosein Esmaili. “Cerca del 50% son presos relacionados con la seguridad”, el término que utiliza el régimen para referirse a los presos políticos, aseguró el portavoz, que no precisó cuándo deberán volver a prisión.
Es la segunda vez que Irán, que ya suma 16.169 casos registrados y 988 muertes, libera a presos de forma masiva para hacer frente a la crisis sanitaria. La semana pasada anunció que había excarcelado a 70.000 personas, pero todos fueron presos comunes.
El enviado especial para derechos humanos de la ONU en Irán, Javaid Rehman, que había pedido a Teherán que liberara a todos los presos políticos, dijo que las autoridades iraníes sólo habían aceptado excarcelar a los que cumplen condenas de menos de cinco años. Siguen en prisión los que cumplen condenas más largas, entre ellos cientos de presos sentenciados por participar en manifestaciones antigubernamentales, lamentó Rehman.
Mientras el régimen endureció sus llamamientos a la población para que acate las órdenes de confinamiento a pocos días del Nowruz, el año nuevo persa, que se celebra el 20 de marzo.
El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, emitió una fetua para prohibir los viajes “innecesarios”. “Quédense en casa. Comprar para el año nuevo es como cometer suicidio”, dijo un responsable del Ministerio de Sanidad a la televisión pública. Una periodista de la cadena, que también es médico, advirtió que millones de iraníes pueden morir si no se restringe el movimiento. La doctora Afruz Eslami citó un estudio de la prestigiosa universidad Sharif de Teconología, que ofrece tres escenarios. Si la población comienza a cooperar ahora, Irán registrará 120.000 infecciones y 12.000 muertes. Si la cooperación no es total sino mediana, se estima que las infecciones ascenderán a 300.000 y los muertos, a 110.000. Pero si la gente continúa sin respetar las normas, dijo, el colapso en el sistema sanitario será tan masivo que habrá cuatro millones de infecciones y 3,5 millones de personas morirán.
Las oraciones del viernes han sido canceladas en todo el país y también se han cerrado los mausoleos chiíes en Mashhad y Qom, que se llenan de fieles. La clausura ha sido recibida como una afrenta por los radicales. La policía tuvo que dispersar la noche del lunes a turbas que irrumpieron en el patio de los mausoleos del Imán Reza, en Mashhad, y de Msumeh, en Qom, para protestar contra el cierre. Dos manifestantes fueron detenidos.