Francia usa un Airbus militar para evacuar pacientes de Alsacia al sur
Seis pacientes graves infectados por el coronavirus fueron trasladados ayer, a bordo de un Airbus militar, de hospitales de Alsacia a centros médicos en Marsella y Toulon. El aparato utilizado, un A330 diseñado para evacuaciones en zonas de guerra, lleva un módulo de cuidados intensivos. Es la primera vez que se recurre a este avión para el transporte de civiles en Francia.
Los enfermos procedían de las ciudades de Mulhouse y Colmar, en el departamento del Alto Rin, una de las regiones más golpeadas por la epidemia, donde los hospitales ven saturados sus servicios de cuidados intensivos. Ya el martes se produjo la evacuación de varios pacientes con helicópteros civiles.
El recurso a las fuerzas armadas para ayudar a gestionar la crisis sanitaria podría ampliarse en los próximos días. Se está estudiando replantear las funciones de los 7.000 soldados que participan en la operación antiterrorista Centinela, puesta en marcha desde los atentados de enero del 2015. Los militares podrían ayudar a los policías en el control de calles y carreteras para que se respeten las estrictas limitaciones de movimientos. Los franceses están ya muy habituados a ver patrullas de cuatro soldados, fuertemente armados, recorriendo estaciones de tren, mercados y otros lugares concurridos.
La orden de confinamiento se está cumpliendo bastante bien. Se realizan numerosos controles disuasorios. La multa más baja, que era de 38 euros al inicio de la aplicación de las restricciones, se ha subido ya a 135 euros. En casos graves puede alcanzar los 375 euros.
Algunas excepciones al confinamiento podrían revisarse. Causa inquietud la apertura de los mercados al aire libre, que aún están autorizados. Ayer se observó que resulta muy difícil respetar la distancia de seguridad entre los clientes. En cambio, el tono es distinto por lo que se refiere a las “actividades esenciales” que pueden mantener la continuidad económica. El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, hizo un llamamiento a los empleados de compañías que prestan servicios vitales, como la industria agroalimentaria, la distribución de agua, la energía, los transportes o los servicios de limpieza, para que acudan a su trabajo. Según Le Maire, “seguridad sanitaria y seguridad económica deben ir de la mano”.
A nivel político, el primer ministro, Édouard Philippe, presentó unos proyectos de ley para aprobar un presupuesto enmendado, aplazar la segunda vuelta de las elecciones municipales y declarar el estado de urgencia sanitaria.
Pese al arsenal legislativo, los médicos franceses se quejan de la falta de mascarillas, en principio reservadas sólo a los profesionales sanitarios. Para paliar esta penuria, China –a través de dos entidades caritativas– ha enviado a Francia un millón de mascarillas. En paralelo, el gigante chino de comercio en línea Alibaba anunció el aterrizaje en Bélgica de un avión cargado con mascarillas y otro material destinado a varios países europeos, entre ellos Francia. Cuando la epidemia del Covid-19 se declaró en Wuhan, París mandó 17 toneladas de material médico a la ciudad china.