Sanders “evalúa” su campaña tras un nuevo batacazo en otras primarias
El senador es más que consciente de que Joe Biden ha abierto una brecha decisiva
La carrera demócrata hacia las elecciones presidenciales de noviembre se acerca a su resolución después de otro martes de gloria para Joe Biden. Su competidor, el senador Bernie Sanders, anunció este miércoles que “va a evaluar su campaña” tras otra derrota sin paliativos en las primarias celebradas en Florida, Illinois y Arizona, aunque se tomará su tiempo para decidir.
La conclusión está cantada. La distancia abierta entre uno y otro parece insuperable para Sanders, sobre el que recae la presión del partido para que abandone la persecución y destine todas sus fuerzas a unificar. Los demócratas en general y Biden en concreto saben a ciencia cierta que sin la plataforma de Sanders, compuesta por jóvenes en su mayoría, más movilizados y escorados a la izquierda, su capacidad para llegar a la Casa Blanca está incompleta.
Fuentes internas del sanderismo reconocieron que lograr la nominación es imposible. El debate interno, remarcaron, gira en torno a continuar hasta la convención, de manera que tengan influencia en el programa de Biden, o bien negarle el voto si no hay una influencia ideológica. En esta posición se cuentan los que creen que se debería crear un tercer partido, lo que supondría un favor al presidente Donald Trump.
El discurso de ganador que realizó Biden este martes fue un claro guiño a esa base. “El senador Sanders y yo podemos estar en desacuerdo en tácticas, pero compartimos una visión común”, indicó. “Os he escuchado, sé lo que está en juego, sé lo que tenemos que hacer”, subrayó.
A su favor juegan los números. Biden cuenta con cerca de 300 delegados más en ruta hacia el umbral de los 1.991 que marcan las normas. Para ser nominado, Sanders debería llevarse el 62% de los votos pendientes, cosa que suena imposible cuando aún deben votar varios estados del sur, todos proclives al exvicepresidente del gobierno de Barack Obama.
Cuando un aspirante a la nominación “evalúa” la campaña, suele significar que el siguiente paso es “suspenderla”, manera menos dolorosa de aceptar el fracaso que hablar de retirada, pese a que el efecto es el mismo.
Los analistas consideran que la decisión es inevitable, y la sensación ha aumentado al comprobar que la campaña de Sanders ha suspendido los anuncios en Facebook al constatar el golpe en las primarias de la noche anterior. Los resultados fueron mucho peores de lo esperado. Aunque daba por descartada la derrota en Florida, la caída resultó ser un batacazo superior (39 puntos) al de hace cuatro años contra Hillary Clinton. Entonces ganó en algún condado; ahora, en ninguno.
Su campaña gastó en publicidad en Illinois bastante más que Biden. En el 2016 perdió por un margen estrecho, y esta vez quería apuntarse un tanto que le relanzara. Quedó relegado por más de 23 puntos. La brecha en Arizona fue menor, pero de 12 puntos.
Apretar el botón de pausa en Facebook ha significado en otras ocasiones el indicador de una retirada. Pete Buttigieg y Michael Bloomberg adoptaron esa medida en momentos previos a comunicar
La evaluación es vista por muchos, entre ellos Trump, como un paso previo a comunicar su retirada
la suspensión de sus campañas. En este caso no existía esa sensación de inmediatez. “Las próximas primarias están al menos a tres semanas”, señaló en un comunicado Faiz Shakir, jefe de la campaña del senador. Este margen se ha abierto por el aplazamiento de votaciones por la pandemia. “Sanders va a mantener una conversación con sus seguidores para evaluar su campaña”, añadió. “En un plazo inmediato –insistió Shakir–, se va a centrar en una respuesta de gobierno al brote de coronavirus y en asegurar el cuidado de los trabajadores y de los más vulnerables”.
Sanders, que no apareció el martes tras su derrota, asistió este miércoles a la votación en el Senado por las ayudas por el contagio y regresó a Burlington (Vermont) para reflexionar.
En un tuit conspirativo, Trump dio por concluido el intento electoral de Sanders. En su tuit escribió que el establishment ha logrado su deseo de derrotar a Sanders. “Ahora dirán cosas bonitas de él para mantener a sus seguidores”, pronósticó, metiendo cizaña de la que sacar rédito.