La Vanguardia

Más cuentas y menos cuentos

- Isabel Garcia Pagan

Días después de que se formalizar­a la ruptura entre los socios del Govern y Quim Torra anunciara que convocaría elecciones una vez se aprobaran los presupuest­os, el president bromeaba ante algún alto cargo: “Así, ¿si no se aprueban los presupuest­os, no tengo que convocar elecciones?”. Torra estaba lejos de imaginar que sería el Covid-19 y no el Tribunal Supremo quien decidiría sobre el futuro de la legislatur­a y de su presidenci­a. “Todo ha cambiado”, admiten estos días en el Govern. Pero la relación entre Jxcat y ERC sigue estando presidida por la desconfian­za y la competenci­a con la vista puesta en unas elecciones que todos sitúan a finales de año.

La unidad de acción en la lucha contra el coronaviru­s está salpicada de frágiles equilibrio­s que van más allá de si unos u otros son partidario­s de Antoni Trilla u Oriol Mitjà. Y la polémica estéril entre Jxcat y ERC sobre el futuro de los presupuest­os de la Generalita­t para este año es la última muestra. No hay ni habrá cuentas públicas capaces de prever la magnitud de la crisis económica que seguirá a la actual emergencia sanitaria. Habrá secuelas en los ingresos y nuevas necesidade­s de gasto. Y puestos a asumir la realidad, es mejor contar con un nuevo instrument­o presupuest­ario con el techo de gasto 3.000 millones más arriba que con las cuentas del 2017 del “referéndum o referéndum” de Carles Puigdemont.

La consellera de Presidènci­a, Meritxell Budó, dio por hecho el martes que los presupuest­os deberán cambiar y el miércoles que cambiarían, pero después de ser aprobados. Por en medio, lo que hubo fue nervios en Jxcat y ERC por defender una parcela que debería ser la misma: dotar a la administra­ción de las mejores herramient­as ante la pandemia. “Una polémica absurda”, sostienen en Jxcat, que apela ahora a la “responsabi­lidad y a aunar esfuerzos”. “No ha hecho falta ninguna llamada”, sostienen en ERC, Torra y Aragonès saben de la urgencia de tener presupuest­o.

El dictamen está aprobado en comisión y pendiente de pasar por el pleno del Parlament. El vicepresid­ent Pere Aragonès ha mantenido contactos en los últimos días con con Carlos Carrizosa y Lorena Roldán para intentar evitar que pidieran al Consell de Garanties Estatutàri­es un informe sobre el proyecto de ley, lo que alarga un mes más el trámite. Inés Arrimadas apoyaría unos presupuest­os generales del Estado que permitiera­n afrontar la crisis del coronaviru­s, pero el plan de Cs en Catalunya es otro. Aragonès no tuvo éxito.

Ahora nadie sabe cuánto se alargará el teórico trámite. El pleno está fijado para el 20 y 21 de abril, pero ni entonces se puede garantizar que la actividad parlamenta­ria esté normalizad­a.

Pero “todo ha cambiado”. ERC ha guardado en un cajón el plan de campaña que pensaba lanzar y alimenta la idea de que el electorado ya no busca “magia”, sino “políticos capaces de gestionar” y “con los pies en el suelo”. De repente, el perfil de Aragonès gana enteros.

Y la reordenaci­ón de Jxcat sigue en el limbo. Los posconverg­entes habían previsto reordenar su espacio político antes de Semana Santa, incluso se pensaba en un acto en Waterloo presidido por Puigdemont donde se vislumbrar­ía el nuevo orden de la formación. Pero “todo ha cambiado”. Incluso el ranking de los aspirantes a liderar la candidatur­a de Jxcat. La escuela convergent­e ocupa las conexiones en directo con Miquel Buch y Meritxell Budó cada día. Ayer se sumó Damià Calvet, con la suspensión de los alquileres sociales de la vivienda pública. ¿Y las elecciones? “Pasará tiempo”…

Torra ligó presupuest­o y elecciones, pero ahora el calendario se alarga y las polémicas en el Govern se acortan

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain