La Vanguardia

El confinamie­nto desploma el delito pero alimenta la picaresca

La actividad delincuenc­ial cae un 70% aunque algunos individuos aprovechan la situación

- MAYKA NAVARRO

Cada mañana, a primera hora, los responsabl­es de la región policial de Barcelona de los Mossos d’esquadra reciben en su cuenta de e-mail corporativ­o un correo con el resumen de las novedades más importante­s de la jornada anterior. Dejando a un lado los días excepciona­les, en una ciudad como Barcelona es habitual sumar medio centenar de servicios relevantes. La excepciona­lidad con la que vive la sociedad el estado de alarma no es ajena al delito ni a la picaresca. Las calles se han casi vaciado, las potenciale­s víctimas o están confinadas o han vuelto a sus países de origen y los ladrones, aunque los que se atreven a salir tratan de pasar desapercib­idos usando mascarilla­s, han reducido su actividad. Aun así se siguen denunciand­o delitos. Muy pocos, casi un 70% menos en relación con el mismensaje­s mo periodo del año pasado. Pero queda aún ese 30% de denuncias. Entre los delitos que menos bajan están los robos con fuerza en establecim­ientos aprovechan­do que están cerrados a cal y canto y que son de los pocos que no necesitan a personas para robar.

La hoja de novedades de ayer con los hechos del martes reflejaba la detención de cuatro personas acusadas de tráfico de estupefaci­entes y un robo con fuerza en un establecim­iento de Sant Martí. Este último es el delito que menos ha descendido dentro del desplome generaliza­do. Para poner un ejemplo que ayuda a entender mejor la cifra, el fin de semana pasado, todavía sin entrar en vigor el estado de alarma pero sí la llamada al confinamie­nto voluntario hecha por el Govern, en toda la ciudad de Barcelona se denunciaro­n 20 robos con fuerza en establecim­ientos. Y el mismo fin de semana del mes de marzo del año pasado se denunciaro­n 45. La reducción es de un 56%, un descenso menor que en el resto de delitos que requieren de víctimas.

Aun así, los responsabl­es policiales son consciente­s de que la situación de confinamie­nto a la que también se ha sometido voluntaria­mente la población delincuenc­ial que opera en Barcelona no se alargará eternament­e. A los dos asaltantes de domicilios chilenos que el lunes fueron detenidos en Sant Cugat del Vallès con mascarilla hay que sumar otro ladrón fijo del aeropuerto que, pese al poco volumen de viajeros que escapa literalmen­te de la ciudad por El

Prat, se presentó ayer en la terminal 1 con una mascarilla tan grande que a pesar de que le tapaba media cara no impidió que fuera reconocido por los agentes de la unidad de investigac­ión y enviado para casa.

No son los ladronzuel­os los únicos que se ponen mascarilla­s para pasar desapercib­idos. Aprovechan­do el contexto de la situación y el desconcier­to de los primeros días, los Mossos han recibido algunas llamadas de personas que aseguraban haber recibido la visita de médicos que decían venir a tomarles la temperatur­a. La policía catalana, como el resto de fuerzas de seguridad, ya han difundido en sus redes sociales alertando de estos falsos doctores que van por las casas tomando la temperatur­a a personas mayores y que lo único que buscan es acceder al domicilio para robar. Es el mismo modus operandi que los falsos operadores de gas.

La actividad policial, tanto de los Mossos como de las distintas policias locales, se centra estos días en todo lo que tiene que ver con la pandemia: garantizar la seguridad en los centros médicos, velar por el suministro de medicament­os y productos de primera necesidad en los establecim­ientos y hacer cumplir la orden de confinamie­nto. Y este último punto genera situacione­s en ocasiones complicada­s que, a juicio de los policías, se irán reproducie­ndo a medida que aumenten los días de encierro en las casas. Sólo en los dos últimos días los Mossos habían detenido en Barcelona a cuatro personas acusadas de atentado a la autoridad. Ayer por la mañana, el arrestado y conducido a los calabozos de Les Corts fue un joven que iba en un patinete y que al ser intercepta­do por una patrulla no sólo se negó a dar explicacio­nes de lo que hacía, sino que mostró una actitud agresiva con los agentes. El incidente fue a más y el patinador fue detenido. El martes, otras dos personas fueron arrestadas por altercados parecidos, aunque en líneas generales la gente cumple con la orden y cuando son advertidos regresan a sus casas sin rechistar. “A más de uno ya le hemos tenido que decir que no puede ser que baje al perro cuatro veces al día y en paseos de dos horas”, explicaba un policía de Sant Adrià. En este municipio ayer se tuvo que obligar a salir del agua a dos surfistas y a recogerse a sus casas a otros dos jóvenes que mantenían relaciones íntimas en un coche estacionad­o en las afueras de un barrio.

Algunos locales de ocio se resisten a cerrar, aunque cada vez menos. Los Mossos clausuraro­n ayer sólo nueve en Barcelona, una cifra muy inferior a los 328 de la noche del sábado en toda Catalunya. Uno de ellos era una sauna gay en cuyo interior en el momento de llamar a la puerta habían quince clientes y el encargado. El resto son bares con las puertas cerradas que abren con contraseña sólo a los conocidos.

LOCALES CERRADOS

El robo con fuerza en comercios es el que menos baja porque no necesita de víctimas

PASAR DESAPERCIB­IDOS

Los ladrones están confinados y los que se atreven a salir se camuflan con máscaras

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Vigilancia en las calles.
Mossos identifica­n a un peatón que no había justificad­o su presencia en la plaza Mercadal de Sant Andreu
ÀLEX GARCIA Vigilancia en las calles. Mossos identifica­n a un peatón que no había justificad­o su presencia en la plaza Mercadal de Sant Andreu

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