Los presos del 1-O podrán confinarse en sus domicilios si lo autoriza el juez
Interior aclara que sólo pueden pasar la noche en casa los internos en tercer grado
Los presos del procés podrán confinarse en sus casas por la crisis del coronavirus si lo autoriza el juez de vigilancia penitenciaria. Así lo aclaró ayer el Ministerio del Interior después de que una instrucción suya hubiera llevado al equívoco y despertado especulaciones sobre la inmediata salida de los condenados por el 1-O a propósito de la emergencia sanitaria. Interior matizó que los internos a quienes se aplique artículo 100.2 del reglamento penitenciario, como es el caso de Oriol Junqueras y el resto de dirigentes independentistas condenados, “no tienen posibilidad de pernoctar en sus domicilios ni de acceder al control telemático, salvo que lo haya autorizado previamente un juez en su plan de tratamiento individualizado”.
Esta aclaración se produjo después de que trascendiese que Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, había dictado una orden por la que facilitaba que los presos clasificados en tercer grado o aquellos a los que se aplica el artículo 100.2 podrían cumplir con el confinamiento en sus casas sin necesidad de volver a los centros penitenciarios mientras durase la crisis del Covid-19.
“Instituciones Penitenciarias no ha ordenado mandar a casa a los internos en tercer grado o en régimen de flexibilidad del 100.2”, aseguró a través de un comunicado, insistiendo en que “la modalidad de cumplimento de un tercer grado es competencia de las juntas de tratamiento de los centros penitenciarios. “La secretaría general de Instituciones Penitenciarias no puede ordenar –ni ha ordenado– que se envíe a los clasificados en tercer grado a a finalizar su condena en casa”, agregó Interior en esa nota.
La Conselleria de Justícia de la
Generalitat había mostrado su indignación por la “filtración” de una instrucción de la que no tenían conocimiento y que supuestamente afectaba directamente sus competencias en servicios penitenciarios. Desde la Conselleria de Justícia, que capitanea Ester Capella, exigían claridad al Ministerio del Interior sobre el oficio que supuestamente permitiría a los presos del procés dormir en sus casas mientras perdurase la alarma por el coronavirus.
Según la instrucción inicial, el ministerio autorizaba, en virtud del artículo 86.4, que todos los internos clasificados en segundo grado que se beneficien de la aplicación del 100.2, como es el caso de los condenados del 1-O, pudiesen cumplir con el confinamiento en sus casas mediante la instalación de algún mecanismo de control, ya fueran pulseras electrónicas o control telefónico diario. Ya de entrada, desde la
Conselleria de Justícia recibieron con recelo aquella propuesta, ya que, a su juicio, el artículo mencionado sólo permite que sean los presos en tercer grado los que pasen el confinamiento en sus casas.
“Esto puede hacerse sólo con internos en tercer grado”, reiteraba Amand Calderó, secretario de
Mesures Penals de la Generalitat en una entrevista en RAC1. De hecho, la propia conselleria ponía de ejemplo en que, en virtud de este artículo, ha dado permiso a 251 presos en tercer grado para que puedan permanecer en sus casas mientras dure la emergencia sanitaria, una medida que, sin embargo, no afecta a los presos en segundo grado que se hayan acogido al 100.2, como es el caso de los líderes independentistas.
Sin embargo, no cabe descartar la posibilidad de que el juez pueda validar la pernoctación en sus casas de los presos del procés .De hecho, los presos del 1-O que ya han visto validado judicialmente sus permisos de salida, como Jordi Cuixart y Dolors Bassa, cuentan con mayores posibilidades.
Mientras tanto, los nueve presos independentistas condenados por sedición por el Triunal Supremo aguardan confinados en prisión el desarrollo de la emergencia. La conselleria decidió suspender los permisos de salida para ir a trabajar o para cuidar de un familiar del que se benefician todos estos internos para limitar la propagación del virus en las cárceles.
La Generalitat permite a 251 reclusos en semilibertad pernoctar en sus casas durante la emergencia