Hoteles convertidos en hospitales
Los alojados son pacientes leves o curados pero que aún pueden contagiar el virus
Los nuevos inquilinos del Ayre Gran Hotel Colón no son clientes ni han realizado un registro al uso, a pesar de que vayan a pernoctar en sus habitaciones durante los próximos días. Las 770 personas que ayer protagonizaron el check-in en este establecimiento de 4 estrellas de Madrid son, en realidad, los primeros enfermos leves y en situación de prealta que la sanidad madrileña va a transferir a hoteles medicalizados. Con esta medida se pretende mitigar parcialmente el colapso derivado de la pandemia de coronavirus que azota al país, y en especial a la capital.
“Nosotros ayudaremos en lo que se nos pida, pero siempre siguiendo las directrices que marquen las autoridades”, reconocen a La Vanguardia fuentes del equipo de un hotel capitalino que aguarda instrucciones para recibir nuevos pacientes en los próximos días.
“Hemos movilizado a un equipo básico de empleados, pero será Sanidad quien marque las pautas en limpieza, lavandería, cocina, comedor... Nos alinearemos junto al personal de enfermería y supervisión médica durante el tiempo que sea necesario”, apostillan las citadas fuentes.
Sobre el papel, la Comunidad de Madrid ha pronosticado que se hará uso de “entre 3.500 y 4.000 camas, a lo sumo”, ofreciendo así otras tantas estancias de aislamiento para personas que no “pueden estar en su casa, ya que pueden contagiar todavía el Covid-19 a otras personas. Demasiado bien para seguir en un hospital, pero no lo suficiente para regresar a casa. Tampoco pueden seguir ocupando una cama en la UCI, que sí necesitan los pacientes críticos”. Sin embargo, son más de 40 hoteles de la región los que se convertirán en hospitales permitiendo sumar 9.000 plazas con atención sanitaria básica.
La elección del Ayre Gran Hotel Colón, propiedad de Palladium Hotel Group y El Corte Inglés, como mascarón de proa, se debe a su estructura y ubicación. Situado a escasos 600 metros del hospital Gregorio Marañón, todas las habitaciones son exteriores y se reparten entre sus dos edificios, lo que facilita las labores de ventilación y logística entre las diferentes plantas.
El siguiente en la lista será el hotel Marriot Auditorium, uno de los más grandes de la ciudad, que anoche quedó acondicionado pasa poder prestar asistencia a los pacientes derivados del hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares, el hospital Universitario de Torrejón de Ardoz y el hospital Universitario de Henares, en Coslada.
Cercano al aeropuerto Adolfo Suárez-barajas y a la Feria de Ifema, sus 869 habitaciones y 56 salas de reuniones servirán de cuartel general para la recuperación de los pacientes en fase de recuperación de la zona noreste de la capital, uno de los focos donde más agresivo ha sido el impacto del coronavirus.
La medida, no obstante, no satisface a Comisiones Obreras, cuyo secretario de Acción Sindical de Sanidad, Mariano Martínmaestro, ha insistido en que la apertura de hoteles medicalizados “no es coherente, ya que todavía hay camas libres y dependencias sin utilizar en los hospitales públicos”.
Para el sindicato, esta medida implica “desproteger” los centros sanitarios y apela al uso de las infraestructuras de los centros privados de la región, que a su juicio pueden reunir unas 6.000 camas extra. CC.OO. no ha sido la única central sindical disconforme con la medida. “Esto es un reparto de dinero público a empresas privadas. Un lastre que no nos podemos permitir”, coincide en señalar Julián Ordóñez, responsable de Sanidad Madrid en UGT.
Madrid quiere aliviar el colapso de los servicios sanitarios, pero los sindicatos critican la medida