China levanta “la mayor cuarentena de la historia” pero la alarga en Wuhan
La decisión no afecta a la capital, Wuhan, donde siguen confinados 11 millones
A partir de hoy, China irá levantando poco a poco las restricciones que afectan a millones de personas en la provincia de Hubei,
donde empezó el brote del Covid-19. En la capital, Wuhan, aún tendrán que esperar hasta el 8 de abril.
La bautizada como “la mayor cuarentena de la historia” va llegando a su fin. A partir de este miércoles, la provincia de Hubei, foco de la pandemia de Covid-19, levantará las restricciones de movimientos impuestas a millones de sus ciudadanos. Por ahora, la decisión no afecta a la capital provincial, Wuhan, donde los desplazamientos seguirán restringidos para sus 11 millones de habitantes hasta el próximo 8 de abril. Aún así, el anuncio confirma que Pekín cree haber derrotado al coronavirus incluso en las zonas más castigadas de su territorio.
Desde este miércoles, a excepción de los wuhanenses, se permitirá a los residentes de Hubei moverse sin restricciones dentro y fuera de la provincia siempre que puedan demostrar que están sanos. Para ello, cuentan con un código de colores estilo semáforo generado por una aplicación que es obligatoria tener instalada en el móvil: para las personas que no han estado en zonas de alta concentración del virus, cerca de un contagiado o sin síntomas recientes, se emite un código QR de color verde, que permite el paso sin problemas; si no cumple todos los requisitos pasa a ser amarillo; y si ha sido diagnosticado o presenta fiebre cambia a rojo, lo que obliga al usuario a guardar cuarentena.
El aligeramiento de las medidas de cuarentena en la provincia comenzaron a decretarse tras la visita a Wuhan del presidente chino, Xi Jinping, el pasado 10 de marzo. Poco a poco se han ido levantando restricciones, en gran parte destinadas a reactivar la maltrecha economía, y el lunes incluso se permitió a algunos residentes de barrios seguros de Wuhan salir a comprar, pasear o montar en transporte público. Eso sí, por el momento permanecerán cerrados los centros de enseñanza para evitar una nueva ola de contagios (en el resto del país, 24 de las 31 provincias ya han retomado las clases presenciales).
Pese al tiempo transcurrido, los vecinos se muestran comprensivos dado el sufrimiento que el coronavirus ha causado en su entorno. Cuando el pasado 23 de enero se decretó la cuarentena sobre Wuhan –que en 48 horas se extendió al resto de la provincia–, en ese territorio había registrados 17 fallecidos y unos 650 infectados. Dos meses más tarde, la cifra de contagiados asciende allí a 67.800 (un 82% del total nacional) y 3.160 muertos (un 96%). De toda la provincia, Wuhan es la que se ha llevado la peor parte con diferencia, acumulando ella sola 50.006 infectados –ayer sumó uno tras cinco días con el marcador a cero– y 2.524 finados, lo que explica por qué las autoridades mantienen un cuidado extra a la hora de levantar las restricciones.
Aunque la mejora de la situación es notoria y palpable, en los últimos días han surgido algunas informaciones que arrojan sombras sobre la veracidad de los datos oficiales chinos. Según la televisión pública de Hong Kong, RTHK, algunos residentes de Wuhan aseguran que hay casos de pacientes que están siendo rechazados de los hospitales sin realizarles las pruebas de coronavirus para no afectar los datos oficiales. En esa línea, un doctor de la misma ciudad declaró a la agencia nipona Kyodo que un número de pacientes sintomáticos fueron dados de alta antes de tiempo y que una parte de los tests fue suspendida antes de la visita de Xi Jinping a la ciudad.
Por su parte, la reputada revista financiera local Caixin publicó ayer un artículo en el que un miembro del equipo de control y prevención de enfermedades infecciosas aseguraba que, cada día, se registran “varios o más de una docena de individuos infectados asintomáticos”. A estas personas, que dan positivo en la prueba para el Covid-19 pero no se sienten enfermos, las autoridades chinas optaron en febrero por no incluirlas en la lista oficial de infectados a no ser que durante la cuarentena desarrollen síntomas de la enfermedad. Por ello, esta fuente anónima considera que “no es posible en este momento saber si la transmisión ha parado” y considera que “aún queda mucho por investigar y rastrear”.
Mientras tanto, las autoridades siguen preocupadas por el aumento de casos provenientes del extranjero. En el último recuento sumaron 74 nuevos contagios importados, el doble que el día anterior, con lo que el total ya asciende a 427 infectados de este tipo. Ante el temor de que se produzca un rebrote, cada vez más ciudades endurecen las medidas de acceso y cuarentena para los pasajeros procedentes de terceros países. Si no se aplican bien, advirtió el diario nacionalista Global Times, una segunda ola de infecciones es “altamente probable, incluso inevitable”.
Algunos vecinos dicen que se han rechazado pruebas a enfermos en Wuhan para no romper el discurso oficial
La revista ‘Caixin’ cuestiona las cifras oficiales de contagio por no haber contabilizado a los asintomáticos