Koldo Leoz
Nuevo alcalde de Estella (Bildu)
EH Bildu se hizo ayer con la alcaldía de la localidad navarra de Estella durante un pleno presencial convocado en plena emergencia sanitaria y apoyándose en el voto de dos tránsfugas. Es uno de los ejemplos más visibles de deslealtad política.
La imagen del nuevo alcalde compareciendo ante un puñado de periodistas situados a varios metros de distancia y con mascarillas describe lo excepcional de la situación. En un municipio vacío y con muchas de las persianas de sus negocios bajadas, el Ayuntamiento de la localidad navarra de Estella, de 14.000 habitantes, votó ayer de forma presencial una moción de censura que expulsó de la alcaldía a la coalición Navarra Suma (UPN, PP y Cs) en favor de EH Bildu. El pleno se llevó a cabo entre críticas de uno y otro lado por, precisamente, celebrarse esquivando las medidas de aislamiento.
La idea inicial era que los 17 ediles del Consistorio participaran vía telemática. Sin embargo, según explican desde el Ayuntamiento, no se daban las “garantías
legales” para materializar la cita de forma remota. Las acusaciones se cruzan. Por un lado, la izquierda abertzale critica que Navarra Suma fue quien impidió que el debate, como casi todos los cónclaves políticos de estos días, se celebrara a distancia.
El secretario municipal puso este lunes a disposición de los concejales un sistema para que el pleno tuviera lugar por videoconferencia, una opción que fue probada por todos los ediles a excepción de los siete de la coalición de la derecha, que desestimaron el mecanismo sin evaluarlo y ayer no se presentaron en el Consistorio. Desde Navarra Suma argumentan que habían pedido el aplazamiento del pleno municipal al “poner en riesgo la salud” y suponer “una muestra de indisciplina social por parte de quien debe dar ejemplo”.
EH Bildu, sin embargo, explica que tan sólo se limitó a “acatar la decisión técnica” y critica que “existían todas las condiciones” para celebrar la votación de forma telemática, pero la coalición que ostentaba la alcaldía “no ha hecho nada para que fuera posible”. “Si ha sido así es porque Navarra Suma lo ha querido”, denunció el nuevo alcalde, Koldo Leoz. Asimismo, la formación recuerda que sus ediles ni eligieron la fecha ni tienen capacidad jurídica para cambiarla.
Tras el choque logístico, con un debate y votación a puerta cerrada, sin presencia de medios y con los concejales distribuidos respetando la distancia de seguridad, subyace el encontronazo político. El cambio de mando se produjo gracias a los votos a favor de dos de los tres ediles del PSN, que ya han sido expulsados del partido. La suma de los seis concejales de EH Bildu, los dos tránsfugas del PSN y el de Geroa Bai otorgaron ayer la alcaldía a la formación abertzale. En el otro lado quedaron los siete representantes de Navarra Suma y el restante del PSN. Ninguno de ellos acudió al pleno.
EH Bildu se hace con el cargo y critica que los regionalistas boicotearan votar de forma telemática