Modi encierra a 1.300 millones de indios durante 21 días
“A partir de medianoche, ya no podéis salir de vuestras casas durante veintiún días”, anunció ayer Narendra Modi a 1.300 millones de indios. “Si fracasamos durante estos veintiún días, lo pagaremos durante los próximos veintiún años”, advirtió el primer ministro de India. “Quedaos en casa”, les rogó ante las cámaras. “Nada más que eso. Quedaos en casa”.
Modi ha pedido a la población que evite a toda costa la difusión de rumores y que evite comportamientos irresponsables. “De lo contrario el precio que pagar ni si quiera podemos calcularlo”. “Hasta las naciones más capaces están siendo doblegadas por esta epidemia, no hay otra forma de atajar la cadena de contagio más que imponiendo distancia, no sólo con los enfermos sino con todo el mundo, incluso con el primer ministro”, ha dicho.
El político conservador también prometió el equivalente a 1.820 millones de euros a fondos urgentes de sanidad y ha pedido a los estados que den prioridad a la salud pública. El país vivió un simulacro de un día de toque de queda, de sol a sol, el domingo. Pero más de la mitad de estados, como Bengala Occidental, decidieron unilateralmente continuarlo por su cuenta.
La orden de Nueva Delhi de confinamiento obligatorio llega cuando sólo un puñado de estados y territorios se mantenían al margen de las medidas más estrictas. En el nordeste del país, donde el primer caso confirmado se registró ayer, la mayoría de estados habían cerrado sus fronteras internas desde hacía días.
Aunque oficialmente sólo hay diez muertes por coronavirus y poco más de quinientos casos detectados, la cifra real debe ser varias veces mayor, dado el número insignificante de tests. Desde esta semana ya hay empresas indias capaces de fabricar dicho test. Por otro lado, el Gobierno acaba de prohibir la exportación de material sanitarios útil contra el coronavirus.
El confinamiento en India presenta desafíos muy superiores a los de otros países, más allá del lamentable estado de su sanidad pública. Más de la mitad de las familias indias, en las grandes ciudades, viven en la promiscuidad de una o dos habitaciones. Las temperaturas superan ya los treinta grados en la mayor parte del país y en tres semanas el confinamiento puede ser una auténtica tortura. La única ventaja, según los optimistas, será el descenso de la contaminación.
La ventaja india a la hora de
Más de la mitad de las familias indias viven en habitáculos de una o dos habitaciones
confinar a su población –la multitud de recaderos y distribuidores de cualquier cosa, de casa en casa–, puede convertirse en un nuevo vector del virus. En un país en el que cientos de millones de personas viven al día, Modi no ha aclarado cómo estas personas saldrán adelante sin su jornal, aunque ha prometido de forma vaga que se está trabajando en medidas de asistencia.
La economía india, que debía crecer como máximo un 3% este trimestre –insignificante en India– entra en territorio desconocido, pero Modi ya ha dicho que ahora mismo lo único que le preocupa son las vidas. La bolsa india –que ayer sufrió su mayor batacazo desde el 2016– en principio permanecerá abierta.
Varios expertos han advertido que más de un millón de indios se habrían infectado a mediados de mayo si no se tomaban medidas drásticas. En la medianoche de ayer, todos los vuelos nacionales quedaron suspendidos, como antes los internacionales, así como la circulación de trenes. Kérala, en el sur del país, es el estado que más casos de Covid-19 ha detectado.