La Vanguardia

A por los libros que quedaron sobre la mesa

- IÑAKI PARDO TORREGROSA

“Los días de confinamie­nto en casa son largos”, reconoce Miquel Iceta, y advierte que el principal riesgo que entrañan es “dejarse llevar y levantarse tarde”. Pero hay cosas que no cambian en su rutina.

Cada mañana hay un haiku nuevo en sus redes y el mes que viene habrá compartido ya 2.000. Están todos recogidos en una página web. “Es una lectura muy relajante y a veces nos da pistas útiles para el día.

Es un instante de serenidad”, explica el primer secretario del PSC. Después, como es habitual, repasa su correo y lee la prensa.

El parón de la actividad política le ha permitido rescatar los libros que se le acumulaban por leer. En algún momento se ha refugiado también en la poesía, que no lee habitualme­nte. Pero ahora está concentrad­o en Pharaon, del egiptólogo galo Christian Jacq, “una novela histórica muy amena” sobre Tutmosis III, señala, que lee en francés para recuperar el idioma, ahora “oxidado”.

De Japón –con los haikus– a Egipto, todo pasa por la mesilla de noche. Así son sus días. El líder del PSC revela que siempre tiene a mano Antrobus (Tusquets), de Lawrence Durrell, humor británico en el Foreign Office. “Me hace reír hasta llorar. Lo tengo siempre cerca, tiene historias breves y me relaja”, detalla. Durante el día se dedica más a la lectura y por la noche ve la televisión. Es adicto a series de investigac­ión criminal como NCIS o Hawai 5.0.

Todo eso le sirve para el tiempo de ocio. El trabajo sigue, desde casa. Ayer tuvo una reunión por medios telemático­s con miembros del partido, aunque no es lo habitual, ya que estos días los socialista­s vehiculan su actividad en grupos de Whatsapp. Cada órgano tiene el suyo.

En todo caso, interrumpe lo que esté haciendo para escuchar las comparecen­cias oficiales. Y lanza una observació­n: conviene “hacer un esfuerzo para filtrar informació­n” y “limitar la obsesión”. “Las redes son vehículos de desinforma­ción en algunos casos”, asegura. Por ello recomienda a los ciudadanos tranquilid­ad y que sigan los canales oficiales y las consignas de las autoridade­s sanitarias.

Confiesa que no se esperaba vivir una crisis como esta, “tan fuerte, con una propagació­n tan rápida y que afecte a tanta gente”. Cuando las medidas de prevención se relajen, una de las primeras cosas que hará es salir a comer o cenar fuera. “Lo echo de menos”, desvela.

A la tragedia, con todo, le encuentra un lado positivo. “La reacción de la gente es admirable”, sostiene.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain