El aprovechamiento de las sobras

Ahora más que nunca es imprescindible hacer un correcto aprovisionamiento de alimentos y practicar una cocina de aprovechamiento para reducir el despilfarro alimentario. Para reducirlo en casa, la organización es la clave. El primer paso es planificar los menús y la compra, un tema que ya hemos abordados días atrás, y que es la base para comprar de manera saludable y a la vez evitar el despilfarro sobre todo durante estos días en que lo que se recomienda es salir a comprar lo mínimo posible. Una vez en casa, hay que conservar bien los alimentos, ya sea en la despensa, en la nevera o en el congelador. Algunos consejos prácticos: echa un ojo, y que no se pasen. Revisa las fechas de caducidad de los alimentos envasados y consúmelos antes de que venza. Siempre que se pueda, congela. Uno de los mejores recursos que podemos utilizar para evitar el deterioro de alimentos es congelarlos en porciones según las características y necesidades de cada hogar. A la hora de cocinar hay que acostumbrase a calcular las raciones que nos comeremos y si aún así han quedado sobras, podemos aprovecharlas de muchas maneras.

En la cocina tradicional encontramos muchos ejemplos, como sopas, ensaladas, empanadillas, canelones, tacos… Algunas preparaciones y alternativas que podemos realizar: Cremas, de todos los sabores y colores. Rescata las verduras que empiezan a estropearse o todos los trozos que te han quedado sueltos por la nevera y prepara con ellas una crema. Cuécelas, tritúralas y dales tu toque personal decorándolas con semillas, hierbas, frutos secos o una cucharada de yogurt . Los huevos, uno de nuestros mejores aliados. A la hora de hacer aprovechamiento de las sobras, un revuelto o una tortilla pueden ser una opción ideal. Lasaña de aprovechamiento, aunque los italianos piensen que es una locura, nos atrevemos a proponer esta alternativa para evitar el despilfarro alimentario. Y, si existe un recurso estrella en el recetario del aprovechamiento, este son las croquetas.