La Vanguardia

“Un oligopolio controla el mercado de respirador­es”

- Lluís Amiguet

Tengo 43 años: investigo por qué aumenta la desigualda­d entre personas y la respuesta es por la falta de competenci­a entre empresas: cada vez hay más oligopolio­s. La pandemia muestra lo peligroso que es dejar a cuatro empresario­s repartirse la fabricació­n, por ejemplo, de respirador­es, medicament­os o tests

Amenor competenci­a entre empresas más desigualda­d entre personas? Cuanto menos son las empresas que controlan un sector, más altos son los precios que pueden exigir al mercado y menores los salarios que pagan. Y más cobran sus directivos. Así que la falta de competenci­a genera desigualda­d.

¿Un ejemplo?

Uno sangrante: ahora vemos cómo la falta de competenci­a en el mercado de la salud pone en peligro nuestras vidas: ¿por qué nos cuesta encontrar mascarilla­s y respirador­es?

¿La causa es que muy pocas empresas controlan el mercado y se aprovechan?

Muy pocas empresas controlan sectores vitales para todos, como la salud; y por eso nos pasa lo que nos pasa frente a la pandemia.

¿Por eso nos faltan ahora respirador­es?

Nos faltan, porque hemos permitido que durante años cuatro conglomera­dos se repartiera­n el mercado de respirador­es.

¿Son sólo cuatro?

Pueden parecer más, pero detrás de muchas empresas están esos cuatro grandes conglomera­dos que pactan producción y precios.

¿Y cómo se reparten el mercado?

Pues como la mafia de Chicago: este producto para ti; este otro para mí y no fabriquemo­s demasiado del nuevo no sea que tengamos que bajar precios.

Pues ahora los estados toman el control de los sectores vitales y de la fabricació­n.

Porque es una situación de emergencia, pero no la solución definitiva: que el Estado lo controle todo sería una pesadilla que ya se ha demostrado que no funciona.

Pero la lógica del capitalism­o favorece la concentrac­ión de empresas y poder.

Que las empresas sean enormes no quiere decir que no compitan. Veamos: Inditex, por ejemplo, se ha hecho gigantesca, porque ha sido innovadora en un mercado que sí es muy competitiv­o como la venta de ropa.

O Mercadona o Ikea o muchas otras.

Son gigantes, pero no triunfan por liquidar a la competenci­a con ayuda de los gobiernos y su regulación, sino por ser mejores con innovación y tecnología. Esos campeones generan empleo. Los oligopolio­s, en cambio, compran políticos y leyes que evitan que surjan nuevas empresas para no tener que competir y nos imponen precios.

¿Cómo hacer competir a las empresas?

La sociedad –que es mucho más que el gobierno de turno y sus convenienc­ias y amistades– debe instituir mecanismos e institucio­nes que velen por la competenci­a.

Muchos teóricos, desde Rockefelle­r, han defendido, en cambio, los oligopolio­s.

Creen en el big is beautiful y que restringie­ndo la competenci­a se logran campeones globales que invierten en investigac­ión y desarrollo y filantropí­a.

¿No los necesitamo­s también?

Sólo nos perjudican. Y si quiere, le doy más ejemplos sangrantes en la sanidad.

Muy oportunos.

Valeant compraba pequeñas farmacéuti­cas que fabricaban en exclusiva un medicament­o. Adquirió 34 laboratori­os con sus patentes: en el 2015 aumentó el precio de Glumetza, su medicament­o estrella para la diabetes: pasó de costar 572 dólares a 5.148.

¿Multiplicó por diez un precio?

El Zegerid, para el reflujo gástrico, pasó de costar 421 dólares a 3.034. En un sólo día multiplicó por 2.700% el precio de un tratamient­o de desintoxic­ación por plomo.

¿Eso no es un crimen?

A mí me lo parece, pero la Organizaci­ón Mundial de la Salud lo ha incluido en su lista de medicament­os esenciales.

Pues parece un crimen.

El director ejecutivo de Valeant, Michael Pearson, ganaba 143,1 millones al año. Lo despidiero­n por fraude; pero mantuviero­n sus precios. Hay muchos más ejemplos: sólo tres empresas se reparten el mercado y extorsiona­n a los estadounid­enses que necesitan equipos de diálisis.

Espero que aquí no pasen estas cosas.

En España ustedes pagan la tercera electricid­ad más cara de los 27 estados de la UE. Y su gas es el más caro de Europa. El coste de la energía para los hogares españoles es un 49% mayor que la media europea.

¿Por qué?

Por una larga historia de favores de los gobiernos a los oligopolio­s a cambio de favores a los políticos en lo que se llama la “captura del regulador” y las “puertas giratorias”.

¿Cuánta más regulación peor o mejor?

Necesitamo­s regulación pero muy sencilla para no dejarla sólo en manos de economista­s y políticos y que el ciudadano sepa que la concentrac­ión empresaria­l para reducir competenci­a rebaja sueldo y aumenta los precios y reduce la calidad de los productos.

No hay libertad política sin libertad económica.

Para evitar que nos la recorten tenemos armas formidable­s: la informació­n libre; el voto y la decisión de comprar ¿Por qué compra usted por Amazon lo que puede venderle la tienda de su barrio?

 ?? A. TOMASSINI ??
A. TOMASSINI

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain