Torra apoya a la Moncloa pero reclama más medidas
El presidente catalán propone suspender el pago de impuestos
El Govern y los partidos que lo forman no han parado de insistir en un confinamiento total. Ahora que Pedro Sánchez se ha decidido a endurecer las medidas de aislamiento de la población para hacer frente al coronavirus, el presidente de la Generalitat lo ha aplaudido y le ha hecho saber que estará a su lado. Pero recuerda que hay que añadir otras iniciativas con el fin de dar “seguridad y confianza” a trabajadores, empresas y autónomos, así como un plan de recuperación para garantizar la salida de la crisis. El presidente Quim Torra enumeró ayer toda una serie de medidas en el ámbito social y económico. Eran las mismas que ya había planteado en la sesión telemática del miércoles que se abrió en el Parlament de Catalunya.
El tono de Torra es propositivo. Más que en otras ocasiones. Pero todavía hay un deje de reproche cuando constantemente desde el Gobierno catalán se dice que Sánchez “va tarde”. O cuando el presidente de la Generalitat reclama para todas las autonomías que recuperen el 100% de las competencias en sanidad y seguridad, porque la compra centralizada de material sanitaria “no ha funcionado”. O cuando insiste en la distribución inmediata de tests rápidos de detección de la Covid-19.
La Generalitat no ha hecho ningún estudio del coste y del impacto económico de sus propuestas. “Entre vida o economía, escojo vida. Y escojo vida para que haya economía”, había dicho en alguna ocasión. Pero a pesar de no saber los costes, ayer Torra lanzó propuestas. Quiere que empresas y trabajadores puedan evitar endeudarse para hacer frente a esta crisis sanitaria, social y económica, y que sean las administraciones las que asuman cualquier deuda.
El jefe del Govern también pidió establecer una renta de ciudadanía para trabajadores y autónomos; incrementar la liquidez de las empresas, con especial atención a las pymes; suspender el pago de impuestos –IVA, IRPF, impuesto de sociedades–, las cotizaciones en la Seguridad Social y el pago de las cuotas de autónomos, y establecer una moratoria en el pago de créditos e hipotecas.
Igualmente, Torra propuso suspender el pago de suministros básicos –luz, agua, gas–, ampliar las condiciones de fuerza mayor para que las empresas puedan acceder a los ERTE; suprimir el objetivo de déficit y el techo de gasto para que comunidades y entes locales puedan endeudarse para hacer frente a la crisis, y marcar mecanismos de financiación y de liquidez para los territorios.
En las filas independentistas estaban seguros desde hacía tiempo de que un confinamiento más drástico acabaría llegando. Lo expresó la consellera de Presidència, Meritxell Budó, ya el lunes pasado, cuando en rueda de prensa aseguró que el “confinamiento total tarde o temprano acabará llegando”.
El hecho es que aquel mismo día Esquerra y Junts per Catalunya anunciaron que se abstendrían en la prorroga del estado de alarma si no se decretaba el cierre total. En sus enmiendas, los dos grupos en el Congreso pedían que se limitara la circulación a los servicios básicos y a los que garanticen la cadena alimentaria. Sin embargo, mientras que ERC dejó en un cajón el cierre de puertos y aeropuertos, Jxcat todavía recogía esta petición para el tráfico de pasajeros.
Sea como sea, el rifirrafe político parece aparcado. Ayer Budó no quiso abrir una nueva polémica tras el confinamiento anunciado por Sánchez, que es el que el Govern insiste en que había pedido hace más de dos semanas. “No se trata de ponernos medallas unos gobiernos u otros, ni en ningún caso se trata de atribuirse ningún mérito”. “Celebramos que se haya tomado la medida de confinamiento total”, se limitó a decir.
“No se trata de ponernos medallas, ni en ningún caso se trata de atribuirse ningún mérito”, asegura Budó