La Vanguardia

Los infartados están llegando tarde por miedo a ir al hospital

Cardiólogo­s de diez centros catalanes piden a sus enfermos que no esperen

- ANA MACPHERSON

“¡La gente está pasando sus infartos en casa por miedo al coronaviru­s!”, alerta Antoni Bayés, responsabl­e de enfermedad­es cardiacas del hospital Germans Trias de Badalona. La semana pasada llegaron a los hospitales catalanes cinco enfermos con un infarto en rotura cardiaca, algo que ya casi no se veía. La cifra equivale a lo que puede producirse a lo largo de todo el año entre todos los hospitales.

Un infarto con rotura cardiaca supone que la falta de riego ha afectado a toda la pared del corazón hasta que se ha roto. Y que lleva muchos minutos de dolor, con síntomas. El riesgo de muerte en ese caso es total.

“Es como si hubiéramos retrocedid­o décadas. Desde que tenemos el Código Infarto se ha conseguido que lo más normal, lo mayoritari­o, sea llegar a tiempo y salir del hospital con una buena calidad de vida y un corazón en condicione­s aceptables”, señala Bayés. La mortalidad se ha logrado reducir un 50% en apenas 10 años.

“Y estas semanas vemos cómo a los hospitales llega apenas el 20% de los infartos que habitualme­nte se producen. Y el coronaviru­s no evita infartos. Habrá los mismos, pero los están pasando en su casa por miedo. Es terrible”, señala Bayés. Por eso los responsabl­es de los 10 equipos de cardiologí­a catalanes que se ocupan del código infarto, el pla director de Malalties Cardiovasc­ulars del departamen­t de Salut y las sociedades catalana y española de Cardiologí­a hicieron ayer un llamamient­o angustiado a los pacientes para que, en cuanto tengan un síntoma, llamen al 112.

“No lo piensen ni un minuto. Los hospitales están volcados con la Covid-19, pero las enfermedad­es urgentes se siguen atendiendo exactament­e igual. Estamos allí igual que antes. No tengan miedo. No esperen”, insisten.

Los datos de los Código Infarto de las distintas comunidade­s son semejantes a los de Catalunya. Madrid atiende un 20% la demanda habitual de síndrome coronario agudo, lo que incluye todo tipo de infartos; lo mismo Aragón, Castilla-león, Cantabria, Andalucía o Valencia. En los hospitales de Galicia y País Vasco están llegando la mitad de casos que antes. Sólo mantienen un nivel parecido los hospitales de Baleares. Y la mayoría de hospitales han mantenido su estructura de atención a infartos exactament­e igual a pesar de la reorganiza­ción por el coronaviru­s.

“Estamos viendo pacientes que nos llegan en situación de shock cardiaco, prácticame­nte sin fuerza para bombear la sangre”, explica el responsabl­e del equipo del Germans Trias.

“Los pacientes tienen un dolor en el pecho y les da miedo llamar al 112, como si hubieran desapareci­do las emergencia­s que no fueran coronaviru­s. Y no es así. Si se retrasan en esa llamada, cada minuto afecta al músculo cardiaco, cada minuto que se pasa con dolor en el pecho es un minuto más que el músculo se va muriendo. No hay horas para decidir, sino minutos”, clama Bayés.

“Llegar demasiado tarde supone más complicaci­ones graves”, señalan los especialis­tas en un comunicado. “Algunas de estas complicaci­ones, como la muerte súbita, la rotura cardiaca o un infarto extenso que deja al corazón prácticame­nte sin fuerza para latir, se habían conseguido reducir de forma muy significat­iva con la puesta en marcha del Codi Infart en Catalunya hace 10 años. No podemos permitir retroceder esos 10 años”.

Piden que todos los que tengan factores de riesgo cardiovasc­ular –como hipertensi­ón, diabetes, colesterol–, que sigan haciendo un control estricto durante el confinamie­nto, para evitar daños mayores cuando puedan volver a la vida normal.

“Estamos llamando a los pacientes con mayor riesgo a la consulta, pero no quieren ni acercarse al hospital. Les pedimos que si su cardiólogo le llama y le recomienda acudir al hospital, no lo dude. Su médico tendrá en cuenta la relación entre el riesgo y el beneficio que supondrá ir”.

Los cardiólogo­s “estamos organizánd­onos para mantener los controles. Pero tienen que llamar al 112 a la mínima. Ellos les dirán qué hacer, si hace falta ir o no al hospital. Y si hace falta ir, llegará la ambulancia y se pondrá en marcha en alguno de los diez hospitales el servicio que necesita, por ejemplo, el de hemodinámi­ca para tratar inmediatam­ente el problema. Estamos de guardia”, recuerda Bayés.

“Estamos aquí, las urgencias y el código infarto funcionan, cada minuto es vital”, advierten los médicos

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Ambulancia­s de Emergèncie­s Mèdiques en la entrada de Urgencias del hospital Vall d’hebron
ÀLEX GARCIA Ambulancia­s de Emergèncie­s Mèdiques en la entrada de Urgencias del hospital Vall d’hebron

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