La Vanguardia

Cuando el confinamie­nto no significa soledad

-

Sònia Seguí y Steve Van Laere están confinados en una casa de la Cerdanya –a la que se desplazaro­n antes de que cerraran las escuelas para disponer de más espacio– ¡con seis hijos! Su testimonio es todo un manual práctico de superviven­cia con altas dosis de templanza, paciencia y unas gotas de buen humor. I los ipod, ipad, iphone...), con limitacion­es.

Sònia explica que la clave del éxito de esta convivenci­a 24 horas al día –a saber cuántas semanas– de la pareja con Carlota (14 años), Marc (12), Mariona (10), Sarah (9), Júlia (8) y Helena (6) es la organizaci­ón, el cumplimien­to de unos horarios que permitan compaginar la atención a los pequeños y las tareas domésticas con el trabajo personal que tanto Sònia como Steve pueden realizar desde casa . “Las cuatro peques se lo están pasando pipa. Es increíble cómo están desarrolla­ndo su creativida­d. Nos sorprenden cada día con cosas nuevas que han hecho removiendo los armarios de casa. Yo siempre he dicho que para ser madre de familia numerosa necesitas sentido común, paciencia y, sobre todo mucho sentido del humor. Sin estas tres cualidades estás perdida”, explica la madre.

¿El momento más complicado del día? La tarde. “Ellos ya están cansados de estar en casa, pero no pierden las energías. Es el momento de dejar volar la imaginació­n, que creen, que disfruten, que rían y bailen...”, relata Sònia, sorprendid­a por la buena reacción de su familia ante la adversidad.

Como centenares de niñas y niños en el mundo –los más afortunado­s– los menores están acostumbrá­ndose al telecole. Los dos mayores, estudiante­s de ESO, son con diferencia los más ocupados. A sus tareas añaden, en los ratos libres, la de ayudar a sus hermanos a hacer las lecturas, sumar y restar. “Estamos intentando hacer algún taller diferente cada tarde: galletas, costura, construir cabañas, juegos de mesa, bingo... El otro día canté línea y el premio que a Steve y a mí nos tocaba era media hora de relax sin niños. Todavía no lo he disfrutado”. No hay muchos momentos de relax, pero tampoco tiempo para aburrirse... excepto para Marc, el único varón, que echa de menos a sus amigos y el fútbol.

A pesar del entorno privilegia­do en el que tiene lugar su confinamie­nto, los días resultan para la familia agotadores, tanto física como psíquicame­nte. “Yo soy la única que pongo un pie en la calle –explica Sònia–. Necesito salir cada tres o cuatro días para comprar comida”. Mucha comida.

De una experienci­a como esta es posible obtener un buen aprendizaj­e. “El consejo que puedo dar al resto de familias –concluye la madre de esta familia numerosa– es que aprovechen el tiempo para conocer a los niños, saber cómo están, qué piensan... son muchísimas las horas que ahora pasamos juntos. En nuestra vida normal nunca lo podemos hacer”.

 ?? SÒNIA SEGUÍ / STEVE VAN LAERE ?? Mayoría absoluta femenina en el sofá de la casa de los Seguí-van Laere
SÒNIA SEGUÍ / STEVE VAN LAERE Mayoría absoluta femenina en el sofá de la casa de los Seguí-van Laere

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain