Inteligencia artificial y ‘big data’ contra el coronavirus
Una ‘start-up’ detectó el brote de la Covid-19 antes de que se hiciera oficialmente público
Los comentarios por las redes sociales debían de echar humo en los últimos meses del año pasado. Alertaban de que algo estaba pasando en Wuhan. Muchos ciudadanos de esta ciudad china de 11 millones de habitantes comentaban que se encontraban mal, tosían y tenían fiebre.
¿Qué estaba ocurriendo? Ellos todavía no lo sabían. Pero el programa diseñado por la start-up canadiense Blue Dot´s ya lo había descubierto. Seguro que esos “no me encuentro bien”, “algo me pasa” o “estoy enfermo” fueron algunos de los más de cien conjuntos de datos analizados por los algoritmos de la start-up para concluir que estaba brotando una nueva enfermedad infecciosa en la capital de la provincia de Hubei. Y lo desveló antes de que las autoridades chinas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaran al mundo del nuevo coronavirus, la Covid19, hoy pandemia global.
Blue Dot´s, que también predijo el brote de Zika en Florida (Miami) seis meses antes de que ocurriera, está, como otras muchas compañías, en el frente de la inteligencia artificial y el big data contra el coronavirus. Es una, pero hay muchas más. Aquí no están todas las que son, pero son todas las que están. Veamos.
Nuria Oliver, científica de datos, recuerda cómo en el 2009 analizó datos agregados y anonimizados de la red de telefonía móvil para medir el impacto que tuvieron las drásticas medidas que adoptó el Gobierno de México (similares a las tomadas hoy por España e Italia) para frenar la gripe A. Han pasado muchos años y, desde entonces, el uso de smartphones se ha generalizado hasta convertirse en un apéndice de nuestro cuerpo. Son una mina de datos sobre sus usuarios; lo saben todo de ellos.
China vs Estados Unidos. En China, donde no hay prácticamente ningún momento de la vida cotidiana que escape a la vigilancia digital, los han utilizado para controlar a toda su población. Por ello, Oliver defiende el uso agregado (agrupando datos de miles de personas) y anonimizado (eliminando cualquier información personal) de los datos de nueseuropea tros móviles contra la pandemia para “inferir puntos calientes de población, calcular matrices de origen y destino, detectar los flujos de población entre diferentes zonas geográficas y trazar su movilidad”.
Este es el objetivo del anuncio realizado el pasado jueves en Bruselas: Telefónica y otros siete operadores de telecomunicaciones proporcionarán datos de localización de sus usuarios de teléfonos móviles a la Comisión para facilitar el seguimiento de la expansión del coronavirus. El análisis de todos estos datos, explica Oliver a La Vanguardia, permite predecir “cómo de rápido se puede propagar el virus” y cuándo se hace necesario “realizar intervenciones destinadas a reducir la movilidad”.
Si en China, en un uso controvertido de la tecnología y la inteligencia artificial, se utiliza el sistema de reconocimiento facial y un sofware de detección de temperatura para identificar a las personas que podrían tener fiebre, o en Corea del Sur la app Corona te avisa a 100 metros de distancia si hay alguien infectado cerca, en Estados Unidos se está creando una aplicación similar a las asiáticas, pero garantista con los derechos individuales y la privacidad. La app se llama Safepaths, y la desarrollan el MIT, la Universidad de Harvard y Facebook, explica Oliver.
“La contención, estrategia clave para detener rápidamente una epidemia, requiere una rápida identificación y cuarentena de los individuos afectados, la determinación de con quien ha tenido contacto en los días y semanas anteriores y los lugares que ha visitado”, explican desde Safepaths.
Apps en España. También en España se han creado apps para seguir la evolución del coronavirus y atender a los afectados. Es el caso de Stop Covid Cat-19, que contribuirá a detectar la enfermedad, hacer un seguimiento de los pacientes, ver cómo evoluciona la pandemia en Catalunya –crea mapas de calor a nivel general y localizados por población–, y favorecer mejor la toma de decisiones. En Madrid, coronamadrid.com, una web que se convertirá en aplicación, que solicita como la anterior consentimiento para conocer la localización del usuario, ofrecerá medidas preventivas y de evolución en cada momento.
“Hay un increíble volumen de datos en los medios de comunicación, en las redes sociales, en los blogs, en las búsquedas de Goomarzo gle...”, dice John Brownstein, director de Innovación de la facultad de Medicina de Harvard y experto en Minería de la Información, que pueden ser útiles en la lucha contra el coronavirus. Y ahí están la inteligencia artificial y sus algoritmos para analizarlos rápidamente.
Después del proyecto de colaboración anunciado por la Casa Blanca el pasado 16 de
con las compañías tecnológicas, el departamento de investigación de Microsoft, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y el Instituto Allen para la Inteligencia Artificial, es lo que se va a hacer, por vez primera, con los 29.000 informes sobre la Covid-19 elaborados desde que se descubrió el brote. Todo ello con un fin común a todos los investigadores: acelerar los conocimientos sobre el nuevo virus y abrir vías para combatirlo lo más rápidamente posible.
Así, la división Deep Mind de Google ha utilizado sus últimos algoritmos y su poder de computación para intentar comprender las proteínas que podrían formar el virus y ayudar a las farmacéuticas a proporcionar tratamientos.
Benevolent, que utiliza la Inteligencia Artificial para desarrollar medicamentos para las enfermedades más complejas, está concentrando ahora sus esfuerzos en el coronavirus. Es la primera vez que esta compañía orienta su producto a una enfermedad infecciosa. A las pocas semanas de conocerse el brote, Benevolent ya utilizaba su capacidad predictiva para proponer medicamentos. Además, y como su velocidad para ejecutar cálculos y modelar soluciones es mucho más rápida que el procesamiento habitual, los investigadores están utilizando los recursos de computación en la nube y las supercomputadoras de varias empresas tecnológicas para acelerar el desarrollo de una vacuna, que ya se anuncia para el 2021.
EE.UU. crea una app similar a las asiáticas para rastrear y tomar medidas para contener a la Covid-19
El momento de la robótica. Centros sanitarios de todo el mundo están recurriendo a nuevas tecnologías para aligerar la carga de trabajo, ya sea ayudando a acelerar los diagnósticos o permitiendo a los médicos monitorizar a los pacientes de forma remota.
Infervision, una start-up que diseñó una herramienta de inteligencia artificial para diagnosticar el cáncer de pulmón a partir de tomografías computarizadas, ahora la está utilizando para detectar la Covid-19. La lectura manual de una tomografía computarizada puede durar 15 minutos, la herramienta de Infervision puede procesarla en 10 segundos.
La start-up Tytocare ofrece a sus pacientes una serie de herramientas para realizar un examen remoto con su médico. El kit incluye un estetoscopio que permite al doctor escuchar el corazón y los pulmones del paciente y herramientas para enviar imágenes de sus oídos, garganta y piel.
También han sido utilizados drones policías para vigilar o apercibir a los ciudadanos que no respetaban las medidas del estado de emergencia, como ha ocurrido en el Paseo de los Ingleses de Niza, o como medio de transporte para trasladar pruebas médicas, como se hizo entre el centro de control de enfermedades del condado de Xinchang y el hospital del Pueblo. Y robots para limpiar, esterilizar o distribuir alimentos en hospitales y reducir así el contacto entre humanos.
La inteligencia artificial y big data están orientando todas sus herramientas a descubrir cómo es y actúa este enemigo desconocido y hallar lo antes posible el antídoto a la Covid-19, que ha venido para quedarse.
Drones para trasladar pruebas médicas y robots para esterilizar hospitales evitan contactos y contagios