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Rollyhoo es la primera productora de cine colaborativa en el mundo que permite a empresas e inversores particulares financiar proyectos audiovisuales y conseguir beneficios. Con más de 20 años de experiencia, sus fundadores Tony Higueruelo y Cristina Palomino, han creado una iniciativa que podría transformar la industria del cine. “Rollyhoo es un modelo de negocio que provocará una transición en la forma de hacer cine a nivel mundial, ya que la propuesta es muy atractiva en el extranjero por las elevadas ganancias que genera este sector”, apunta Tony Higueruelo, CEO fundador de Rollyhoo.
¿Por qué la primera productora de cine colaborativa?
Hasta ahora solo los grandes capitales podían
participar en la financiación de proyectos audiovisuales. En España tenemos técnicos y artistas cualificados que trabajan en grandes producciones de fuera, pero nos falta educación financiera. Hemos desarrollado un sistema en el que todas aquellas personas que quieran hacer trabajar su dinero, puedan empezar a tantear y probar inversiones en el mundo del cine.
¿Qué os diferencia de un crowdfunding? No somos un crowdfunding sino una productora. Presentamos proyectos propios, aunque en el futuro queremos empezar a valorar proyectos de otras productoras para presentarlos en nuestra plataforma y producirlos conjuntamente con ellas.
¿Cómo fundiona?
Cuando entras en la web puedes ver los proyectos que tenemos en cartera, eliges el que quieras y te registras firmando los contratos para cada acción. Entras en una parte interna donde tienes más detallada la información de cada propuesta y eliges la cantidad que quieres invertir. La inversión económica en el proyecto puede partir de los 100 euros, lo que otorga derecho a una parte de los beneficios de la explotación del film; o puede ser más elevada, a partir de 30.000 euros, en la que, además de los beneficios, se obtiene una deducción fiscal a través de la denominada Agrupación de Interés Económico (AIE). Tras la inversión, recibes los activos en función de tu participación y cuando empezamos la explotación de la película, tienes un beneficio según lo que hayas aportado.
¿Cómo surgió la idea?
Empezamos a diseñar el modelo de negocio en 2018 y en 2019 comenzamos a hacer pruebas. Oficialmente hemos salido ahora. Yo llevo 22 años en el sector audiovisual, empecé como especialista y me fui interesando en la dirección y la producción. En 2009, creamos una pequeña productora para intentar levantar proyectos, pero nos dimos cuenta de la problemática que tiene el cine español, que prácticamente en su totalidad se sostiene con ayudas y hay poca promoción de las deducciones fiscales. En otros países la inversión privada y las deducciones son las que sostienen la producción audiovisual. Viendo que cada vez hay menos ayudas y que estas no van dirigidas al cine que realmente lo necesita decidimos atacar la problemática, que es el dinero. Si no hay dinero no se genera industria. Apostamos por dejar de quejarnos y poner manos a la obra para crear algo que no solo nos beneficia a nosotros sino a la industria y a los espectadores.
La gran cantidad de plataformas audiovisuales son una oportunidad para el sector.
Hoy en día buscan continuamente contenido, las empresas extranjeras montan filiales en otros países para financiar proyectos. Hay que aprovechar este momento, esa oportunidad, de la gran demanda de contenidos. Las salidas que tienen los proyectos audiovisuales son muy interesantes no solo en el cine, sino en series, películas para televisión o canales de streaming con calidad de cine.
“Hemos desarrollado un sistema en el que todas las personas que quieran hacer trabajar su dinero, puedan empezar a tantear y probar inversiones en el mundo del cine”